Los cinco hermanitos, entre ellos un recién nacido de apenas 10 días de vida, estaban solos, casi desnudos y sin alimentos. Así los encontró la policía después de que su abuela hiciera un llamado al 911 para advertir que habían sido abandonados en una zona de la selva marginal de Punta Lara. Tras el impacto de la noticia, su papá habló con los medios y sostuvo que lo único que quiere es recuperarlos y darles una vida digna.
Daniel Farías contó que la adicción a las drogas de su mujer fue el motivo que lo alejó de la madre de los nenes, a quienes no veía desde hace diez meses. Contó que después de la separación, su exmujer rehizo su vida con otro hombre y lo denunció a él para que no pudiera ver más a los chicos.
"Quedé detenido y mis hijos quedaron a la deriva”, afirmó. Según su relato, mientras estuvieron juntos ayudó a la mamá de los nenes para que dejara de consumir, pero ella recayó y empezó a drogarse otra vez desde hace dos años. "En el barrio se sabe que me hizo la vida imposible”, manifestó en una nota con Telefe Noticias.
“La Justicia me discriminó por tener antecedentes y me trató de asesino. Me discriminaron en todos lados, hoy estoy trabajando, me levanto todos los días, tengo una vida muy dura”. Con la voz quebrada y los ojos vidriosos, Farías pidió: “Por ahí no tengo derecho a nada, pero mis hijos tienen derecho a tener su padre. Mis hijos me necesitan. Lo único que quiero es recuperarlos”.
Cuando llegó la policía los chicos de 3, 6, 7 y 12 años, y un bebé de 10 días, estaban sobre un balcón de una casilla a medio construir, en una zona semi selvática. Los efectivos que tuvieron el primer contacto con ellos dijeron a los medios que su situación era crítica y que hasta "tenían hormigas y bichos en todo el cuerpo".
Su mamá quedó demorada por abandono de persona. En la comisaría declaró que había dejado solos a sus hijos para ir a buscar una torta y unas pizzas para festejar el cumpleaños de uno de los menores, que había sido el día anterior.