La gripe y la neumonía triplican el riesgo de sufrir un infarto y cuadruplican la posibilidad de un accidente cerebrovascular (ACV), enfermedades que "pueden reducirse considerablemente con la incorporación de vacunas", indicó la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), a la vez que alertó que son bajos los niveles de inmunización.
La SAC indicó que, según trabajos epidemiológicos, "la infección por el virus de influenza (gripe) y la neumonía causada por la bacteria neumococo, triplican el riesgo de padecer un infarto agudo de miocardio durante los 7 a 10 días posteriores a la infección y cuadruplican la posibilidad de tener un ataque cerebrovascular entre los siguientes 15 a 20 días".
Sin embargo, señaló que "son bajos los niveles de inmunización, sobre todo en los adultos, pese a que están incluidos en el calendario nacional gratuito y obligatorio para los menores de 2 años, los mayores de 65 y todos aquellos entre 2 y 65 que presenten determinadas comorbilidades".
María Inés Sosa Liprandi, médica cardióloga del Área Corazón y Mujer y Coordinadora de Áreas de la SAC afirmó que "diferentes trabajos refieren tasas del 50% para la vacuna antigripal, menos del 25% para la de la neumonía y apenas 1 de cada 5 personas en ese grupo etario ha recibido ambas inmunizaciones. La evidencia científica es contundente, pero no terminamos de lograr que la comunidad se vacune".
"Las complicaciones graves asociadas a las infecciones respiratorias se observan con mayor frecuencia en personas de más de 65 años, o en menores de 65 años con antecedentes de enfermedad cardiovascular y también en individuos con factores de riesgo cardiovascular, como diabetes, obesidad, hipertensión cuando coexiste con otros factores de riesgo o tabaquismo", añadió.
Las infecciones respiratorias son la tercera causa de muerte en Argentina. El virus de influenza (infección de la gripe) y la bacteria responsable de la neumonía (el neumococo) circulan durante todo el año, pero presentan un rebrote desde abril y hasta comienzos de septiembre, informaron.
Con respecto a la posible interacción de las vacunas tradicionales con las indicadas para prevenir el coronavirus, José Picco, prosecretario distrito Mendoza de la SAC, sostuvo: "Si bien no existe evidencia al respecto y las recomendaciones están basadas en sugerencias de expertos, con el objetivo de observar la presencia de efectos adversos de ambas vacunas por separado, se recomienda diferir al menos 14 días".
Por otro lado, "dada la circulación de afirmaciones infundadas sobre aspectos referidos a la vacunación", desde la SAC desterraron algunos mitos. Subrayaron que no es mejor enfermarse que vacunarse para obtener inmunidad, ya que con la vacuna no se expone a la persona a las complicaciones inherentes a la infección; que la inoculación no contagia la enfermedad porque están fabricadas con cultivos de virus inactivados que producen una activación del sistema inmune para generar defensas.
Además, aseveraron que las vacunas no siempre tienen la misma protección ya que en el caso de las destinadas a la gripe, la formulación se modifica año a año y depende de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que confiere una efectividad en general de alrededor del 60%. Cuando se trata de evitar una infección severa, la efectividad es de 82%. Asimismo, la expresión "si me vacuno, no me voy a enfermar" es incorrecta porque la intención de la vacunación es disminuir las formas graves de la enfermedad. Picco sostuvo que en "investigaciones se observó en el grupo inmunizado una disminución significativa de la incidencia de infarto agudo de miocardio y accidente cerebrovascular". Télam
Descartan riesgo
Especialistas consideraron que las vacunas no pueden generar otras enfermedades como el autismo, ya que no hay evidencia científica alguna de que la inoculación con cualquier tipo de vacuna pueda generar otras enfermedades.
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El 75% de las infecciones son zoonóticas
Tres cuartas partes (75%) de todas las enfermedades infecciosas emergentes se originan en animales, es decir que son de origen zoonótico, aseguró ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS), que anunció la creación de un panel de expertos con el objetivo de elaborar "un plan de acción mundial a largo plazo para evitar brotes de enfermedades como la influenza, Mers, ébola, zika y, posiblemente, covid-19".
El panel llevará el nombre de "One Health" (Una Salud), ya que "reconoce los vínculos entre la salud de las personas, los animales y el medio ambiente y destaca la necesidad de especialistas en múltiples sectores para abordar cualquier amenaza para la salud y prevenir la interrupción de los sistemas agroalimentarios", explicó el comunicado.
"La salud humana no existe en el vacío, y tampoco nuestros esfuerzos por protegerla y promoverla. Los estrechos vínculos entre la salud humana, animal y ambiental exigen una estrecha colaboración, comunicación y coordinación entre los sectores relevantes", expresó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS. El titular sostuvo que el Panel de Expertos de Alto Nivel "es una iniciativa muy necesaria para transformar One Health de un concepto a políticas concretas que salvaguarden la salud de las personas del mundo". Las áreas críticas de análisis incluirán la distribución de alimentos; urbanización y desarrollo de infraestructura; viajes y comercio internacional.