La puja de los sindicatos con el Gobierno amenaza con provocar otro caos en los vuelos y un accidentado receso escolar ya que los gremios aeronáuticos anunciaron ayer un cese total de actividades para el próximo viernes, en coincidencia con el comienzo de las vacaciones de invierno en la Ciudad, Provincia de Buenos Aires, y otros distritos del país.
La medida de fuerza fue anunciada por cinco de los seis gremios, encabezados por pilotos (APLA) y técnicos (APTA) y afectará a unos 83.000 pasajeros.
Llamativamente, el reclamo no es gremial: exigen al Gobierno que modifique su forma de llevar adelante la política aerocomercial, que se ha caracterizado hasta el momento por el otorgamiento de licencias de vuelo de cabotaje a un gran número de aerolíneas locales y extranjeras, incluyendo no pocas de las denominadas "low cost".
"Los Gremios Aeronáuticos Unidos damos inicio a un Plan de Lucha en pos de la regularización de esta situación, e informamos el cese de actividades del sector para el próximo viernes 13 de julio", informaron en un comunicado. Lo firman los pilotos de Aerolíneas, Latam y Andes (APLA), los de Austral (UALA), los mecánicos (APTA), el personal de tierra (APA) y el personal jerárquico (UPSA), además de otras dos entidades que agrupan a los aeronavegantes de Latam (Atepsa) y a una parte de los controladores de vuelo (Atepsa).
La decisión fue confirmada por el titular de APTA, Ricardo Cirielli. El único de los seis gremios que, por ahora, no se plegó a la medida es la Asociación de Aeronavegantes (AAA).
El SUA, que representa a unos 15.000 trabajadores, denunciaron "graves incumplimientos" por parte de la autoridades y advirtieron que las "políticas aplicadas torna un futuro incierto para el sector" porque, según, afirmaron, "degrada la seguridad operativa poniendo en riesgo a los usuarios y trabajadores".
La medida de fuerza de los sindicalistas llega poco después que el Gobierno informó que a partir del 15 de agosto se eliminarán las tarifas mínimas de referencia para los vuelos de cabotaje adquiridos con 30 días de anticipación, lo que significará una reducción en el precio de los pasajes tal como solicitaron las compañías low cost. Con la eliminación de los pisos tarifarios, el Gobierno "busca que cada vez más argentinos puedan acceder a volar dentro del país".
Según los datos del ENEA de junio pasado, los viernes despegan y arriban 650 vuelos, de los cuales 519 son de cabotaje y 283 internacionales. En total, los viernes se transporta a unos 83.000 pasajeros.