Una aplicación que traduce palabras en voz y texto a lenguaje de señas, una plataforma que ubica choferes en zonas donde hay donantes de comida para transportarla a comedores comunitarios y un proyecto para fabricar ladrillos ecológicos destinados a viviendas comunitarias son las tres iniciativas argentinas que resultaron ganadoras del Desafío Google.org, con un premio de más de un millón de dólares.
"Las organizaciones Fundación Eco-Inclusión, Señas En Acción y Wingu (responsables de las iniciativas) recibirán 350.000 dólares cada una y el apoyo de Google para hacer realidad sus proyectos de innovación con impacto social", informó ayer el gigante de internet al revelar a los ganadores de este certamen, que recibió más de 2.300 proyectos en América latina desde que fue lanzado en abril.
Las tres organizaciones ahora participan por un lugar en la final regional, que se llevará a cabo el 16 de noviembre en la Ciudad de México, y es el público quien desde ayer mismo puede votar y elegir a su favorita en el siguiente sitio web g.co/desafio2017.
El proyecto ganador de la organización Señas En Acción es Signalo, una aplicación multiplataforma (en versión móvil y web) y gratuita que traduce palabras en voz y texto a lenguaje de señas, al utilizar un personaje animado o avatar que hace de intérprete. Los destinatarios directos de este proyecto son las 70.000 personas sordas que hoy utilizan la lengua de señas en Argentina, así como su entorno familiar. A su vez, en tres años cualquier persona podrá comunicarse en lenguaje de señas al usar esta aplicación, estimaron los responsables de Señas en Acción durante la presentación de prensa que se desarrolló en las oficinas porteñas de Google y en la que Télam estuvo presente.
Con esta edición Google habrá donado ya U$S5,75 millones.
La iniciativa de Wingu que resultó elegida se llama Nilus, una plataforma de crowdsourcing (colaboración abierta distribuida) geolocalizada que ubica choferes en zonas donde haya donantes de comida para llevarla al banco de alimentos o comedores comunitarios cercanos.
Los creadores de esta iniciativa pretenden rescatar 28,7 millones de kilos de alimento en cinco años, lo que beneficiará a 239.000 personas, según detallaron Es un modelo autosustentable, ya que se cobra a los comedores una suma casi simbólica -de entre cinco a diez pesos por kilo de comida- para solventar los costos de logística y operación de Nilus, tal como hoy día hacen los bancos de alimentos.
En tanto, el proyecto ganador de la Fundación Eco-Inclusión busca fabricar ladrillos ecológicos a partir del tipo de plástico denominado PET, y destinarlos a construir viviendas comunitarias.
La iniciativa, que cuenta con el apoyo técnico-científico del Conicet y la habilitación otorgada por la Secretaría de Vivienda y Hábitat de la Nación, se propone crear 4.120.000 ladrillos por mes, permitiendo la producción de 50 millones de ladrillos ecológicos por año para construir más de 830.000 metros cuadrados de viviendas sustentables. Sus responsables estiman que a través de construcciones ecológicas de 30 metros cuadrados, lograrán beneficiar a 27.500 familias de bajos recursos por año.
A su vez, prevén que reciclarán 8.240.000 botellas plásticas por mes (50.000 toneladas de plástico PET por año), el equivalente al 28 % del plástico que actualmente se desecha en el país.
En la final regional del concurso que tendrá lugar en México, un jurado evaluará los proyectos de los representantes de los cinco países que participan del Desafío (Argentina, Chile, Colombia, México y Perú). La organización que resulte ganadora en esta instancia se llevará un premio adicional de 250.000 dólares, mientras que las que queden en segundo y tercer puesto, se les otorgará 150.000 y 100.000 dólares, respectivamente.