Aunque aún quedan dos instancias posibles para mantener vivo el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de reformas económicas: la Cámara de Diputados y eventualmente un fallo de la Corte Suprema de Justicia, la oposición del Senado liderada por el kirchnerismo le asestó un durísimo golpe político ayer al presidente Javier Milei al rechazar su primera medida de Gobierno.

Es la primera vez en la historia democrática de Argentina que un DNU es rechazado por el Senado, lo que delata la orfandad política del gobierno libertario y abre interrogantes sobre si en este contexto el Presidente podrá avanzar en el acuerdo con los gobernadores para aprobar la nueva versión de la Ley Ómnibus que contiene las claves de su plan económico.

En medio de una sesión caliente, donde hubo cruces explosivos, el bloque de Unión por la Patria o Frente de Todos logró marcarle la cancha al Gobierno libertario al rechazar el mega DNU por 42 votos positivos, 25 en contra y cuatro abstenciones. Se unieron el Frente de Todos, legisladores responden a gobernadores anti K, algunos PJ disidente y radicales.

Pese al golpe, el DNU seguirá vigente al menos hasta que lo trate la Cámara de Diputados ya que para bajarlo definitivamente se requiere el rechazo de ambas cámaras del Congreso. Además, todavía está pendiente un fallo de la Corte Suprema de Justicia que tendrá que pronunciarse al respecto y podría habilitarlo.

Así lo dispone la Ley N° 26.122 en el artículo 24: “El rechazo por ambas Cámaras del Congreso del decreto de que se trate implica su derogación de acuerdo a lo que establece el artículo 2º del Código Civil”. Es decir que, si una de las Cámaras no lo trata, o sólo una de las dos lo rechaza, el DNU sigue vigente como hasta ahora.

Por lo tanto queda esperar a que la Cámara de Diputados lo trate y, en caso de rechazarlo, entonces sí el DNU quedaría derogado. En la Cámara baja el Gobierno tiene más chance de salvarlo definitivamente ya que allí tiene más espalda para demorar su tratamiento y acordar con los gobernadores.

El Decreto 70/2023 que Javier Milei publicó en el Boletín Oficial el 21 de diciembre de 2023, a días de asumir la presidencia, rige en Argentina con fuerza de ley desde el 29 de diciembre, ocho días después de su publicación. Con él se derogaron y/o modificaron más de un centenar de normas entre ellas la derogación de la Ley de Alquileres.

Si bien el DNU podría quedar sin efecto en los próximos días, la ley que lo regula indica que los derechos adquiridos durante su vigencia -desde finales del 2023- seguirán vigentes. Por ejemplo, un contrato de alquiler celebrado bajo la vigencia del DNU, seguirá siendo legal hasta su vencimiento.

Al inicio del debate el jefe de La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche, ejecutó una medida salvadora a través de una moción para postergar el análisis de la medida. No tuvo éxito, con 41 votos en contra y sólo 30 a favor. Ahí quedó marcado el destino final. Fueron claves para ello el kirchnerismo, los peronistas disidentes Carlos Espínola y Edgardo Kueider, y legisladores provinciales como Mónica Silva (Río Negro) y los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano.

Los últimos tres responden a gobernadores patagónicos. A ellos se sumaron, entre otros, la neuquina Lucila Crexell y radicales como Martín Lousteau y Edith Terenzi, que es aliada al mandatario chubutense, Ignacio Torres. Sin embargo, su comprovinciana Andrea Cristina hizo lo contrario y jugaron a dos bandas. Todos repitieron su accionar al momento de la definición, salvo los misioneros renovadores Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, que rechazaron la moción y luego se abstuvieron.

El Frente de Todos, primero en reclamar una sesión por esta cuestión, se mostró unido y tuvo a sus 33 legisladores para dicha moción. A ellos se unieron los opositores antikirchneristas mencionados con anterioridad y el radical Pablo Blanco. En tanto, se abstuvieron la peronista disidente Alejandra Vigo, esposa del ex gobernador cordobés, Juan Schiaretti, los misioneros Arce y Rojas Decut, y el radical Maximiliano Abad.

La definición del mega DNU pasa ahora a Diputados, que parte de una base de al menos 110 votos a favor del rechazo. Ni bien sea informada de la votación de este jueves, la Cámara baja podrá debatirlo en el recinto, pese a que la idea del oficialismo es encontrar una salida y estirar la discusión a través de la bicameral de Trámite Legislativo, que analiza este tipo de normas.

 

En defensa de la Vice

El jefe del bloque K, José Mayans, dijo que “hay una actitud caprichosa de Milei de tirarle toda la responsabilidad a Villarruel” y destacó que la titular del Senado lo único que hizo fue “cumplir con la Constitución y con la ley” al habilitar el tratamiento del DNU en la Cámara.

 

La reacción de Milei por la derrota

Javier Milei cruzó a Martín Lousteau, jefe de bloque del radicalismo, por haberse manifestado con el kirchnerismo en contra del DNU.

“Los que destruyeron Argentina ahora intentan voltear, por primera vez en la historia, un DNU que otorga libertades y beneficios a la gente. Es consecuente con el daño que le hicieron al país…”, reza uno de los mensajes a los que Milei les dio “me gusta”. Lo escribió Javier Lanari, subsecretario de Prensa de la Presidencia. El dardo fue personalizado en otro mensaje de Lanari que likeó el Presidente. “Martín Lousteau, el único senador radical que votó a favor de no aplazar el tratamiento del DNU. De los 13 radicales fue el único que votó con el kirchnerismo”, indicó el funcionario de Presidencia, que expuso cómo votó, con nombre y apellido, cada uno de los senadores. Y, con él, Milei dio “me gusta”. Más duro fue Ramiro Marra, legislador porteño y asesor del Presidente. “Al fin se le cae la careta a Lousteau y acepta que trabaja con el kirchnerismo”, dijo quien fue desplazado de la jefatura libertaria en la Legislatura porteña.