Casi dos toneladas de cocaína ocultas en bobinas de acero y bolsas de piedras, valuadas en 60 millones de dólares, fueron secuestradas en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca y en la provincia de Mendoza, en el marco de un operativo en el que fueron detenidas 17 personas, cuatro de ellas de nacionalidad mexicana y oriundas del estado de Michoacán.
Los investigadores sospechan que los mexicanos apresados, más otros dos que están prófugos con pedido de captura internacional, integraban una célula de alguno de los sangrientos carteles de Michoacán que se disputan el manejo de la droga en ese estado, el segundo en cantidad de asesinatos a manos del narcotráfico, según informes oficiales.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, informó ayer en el Parque Industrial de Bahía Blanca que se trata de una organización narcocriminal integrada por argentinos y mexicanos, entre ellos dos que residían en el barrio porteño de Puerto Madero y dos en la ciudad del sur de la provincia de Buenos Aires, además de los dos prófugos.
De acuerdo a la pesquisa, la droga habría ingresado al país por Chile y luego llevada a Mendoza, desde donde la mayor parte fue trasladada a Bahía Blanca para ser exportada a Europa y Canadá por el puerto de esa ciudad, por el de Buenos Aires o por el de Campana.
La ministra añadió que dos de los argentinos detenidos eran despachantes de aduana de Bahía Blanca, por lo que no se descarta que estuvieran preparando el cargamento para que saliera desde esa ciudad.
La operación, realizada por la Policía Federal Argentina (PFA), fue bautizada ‘B. B. de Acero‘ porque una tonelada y media de cocaína distribuida en 1.708 panes fue hallada dentro de ocho bobinas que deberían contener acero, en un depósito de Bahía Blanca, mientras que los otros 500 kilos fueron encontrados en un cargamento de piedras preciosas en un depósito de la mendocina ciudad de Luján de Cuyo.
Télam y DyN