La directora gerente del FMI y el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández cruzaron ayer gestos de acercamiento de cara a lo que será un eje clave -la renegociación de la deuda- en el próximo gobierno para que tomará las riendas del poder en Argentina a partir del 10 de diciembre.
La primera en romper el hielo fue la directora gerente del Fondo: Kristalina Georgieva felicitó ayer al presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, y expresó su disposición a trabajar con el nuevo Gobierno para "encarar los desafíos económicos" del país, con el que la institución tiene un multimillonario programa de asistencia.
"¡Felicidades al presidente electo Alberto Fernández por su elección! Esperamos trabajar con su gobierno para encarar los desafíos económicos de Argentina y promover un crecimiento inclusivo
y sostenible que beneficie a todos los argentinos", afirmó la jefa máxima del Fondo Monetario Internacional (FMI) en un mensaje en su cuenta de Twitter.
Ya en la tarde-noche, de un día agitado para Alberto, el presidente electo emitió una respuesta por demás categórica que se entendió como un claro mensaje a los mercados que dudan de la postura que asumirá su gobierno respecto al acuerdo con el FMI y el pago de la deuda: "Esperamos salir lo antes posible de esta crisis y cumplir nuestros compromisos", escribió Alberto en su cuenta oficial de Twitter.
Concretamente el mandatario electo expresó ante el FMI que "los argentinos esperamos salir lo antes posible de esta crisis para volver a crecer y que eso nos permita cumplir con nuestros compromisos", al responder a un saludo de felicitación de la directora del organismo.
Macri negoció con el Fondo en 2018 un paquete de rescate financiero de 57.000 millones de dólares, el mayor de la historia de la institución, y que incluyó importantes medidas de ajuste fiscal.
A finales de septiembre, la deuda de Argentina ascendía a 315.000 millones de dólares (equivalente
al 68 % del PBI), de los cuales 126.000 millones están en manos de acreedores privados y 75.000
millones corresponden a deudas con organismos internacionales.
Fernández ha sido muy crítico con las recetas del FMI y ha culpado al organismo de ser uno de los responsables de la difícil situación económica de Argentina. Puntualmente Fernández culpó al FMI y sus recetas del crecimiento exponencial de la pobreza en Argentina que trepó hasta el 35 por ciento de la población.
Pese a esta posición, el FMI decidió no enviar el desembolso de 5.4.00 millones de dólares que estaban, pendientes hasta "después de las elecciones lo que fue interpretado como un gesto hacia Alberto Fernández después de su aplastante triunfo en las PASO.
La directora lo felicitó y expresó su disposición para trabajar con el nuevo gobierno. Alberto habló de "cumplir".