La propuesta da cuenta en su artículo 1 de que el punto de partida de las deducciones de las ganancias netas de los trabajadores asalariados, jubilados y pensionados, y también para quienes desempeñan su actividad en forma independiente, se elevó a $48.668 siempre que sean residentes en el país. A ese monto se podrán agregar las denominadas "cargas de familia"; por cada hijo menor de 18 años la suma de $22.872 por año, "siempre que sean residentes y que no tengan en el año entradas superiores a $48.666, cualquiera sea su origen y estén o no sujetas al impuesto".
De ahí surge que, de aprobarse la iniciativa del Poder Ejecutivo Nacional, en 2017 pagarán Ganancias los asalariados que ganen más de $21.712 netos sin hijos y $25.231 netos para el trabajador casado y con dos hijos menores. Significa un aumento de la base imponible de 15%, respecto de los valores actuales.
Una modificación clave de la propuesta del Gobierno es que los asalariados alcanzados por el Impuesto a las Ganancias ya no podrán deducir a sus cónyuges, ni tampoco a padres y abuelos, mientras que en el caso de los hijos se reduce la edad máxima a cargo de 24 a 18 años, para "homogeneizar con la edad contemplada por el Régimen de Asignaciones Familiares y la Asignación Universal por Hijo para Protección Social".
Mientras que la eliminación de las deducciones para familiares a cargo en relación ascendente, hasta bisabuelo, se justificó en la "ampliación de la cobertura previsional, que pasó de niveles de 57% a 93,8% actualmente", desde la última modificación en 1997. Finalmente, se propone reducir la tasa de entrada al impuesto, del 9% al 5%, y luego avanza progresivamente de a 5 puntos porcentuales, hasta el tope de 35% para los ingresos superiores a $703 mil, que pagarán una base de 148.150 pesos.
La iniciativa destaca que para los casos de los "nuevos contribuyentes que superen el mínimo no imponible empezarán a tributar una alícuota reducida de 2%, para el primer período fiscal".