Italia, 14 de septiembre.- En una carta dirigida a la Conferencia Episcopal de Argentina y
fechada hoy, Francisco alaba el ‘coraje apostólico‘ de Brochero
(1840-1914), quien será beatificado en la región de Tralasierra en
una ceremonia presidida por el cardenal italiano Angelo Amato,
prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos.
‘Que finalmente el cura Brochero esté entre los beatos es una
alegría y una bendición muy grande para los argentinos y devotos de
este pastor con olor a oveja, que se hizo pobre entre los pobres,
que luchó siempre por estar bien cerca de Dios y de la gente, que
hizo y continúa haciendo tanto bien como caricia de Dios a nuestro
pueblo sufrido‘, afirma el papa argentino.
‘El cura Brochero -añade- tiene la actualidad del Evangelio. Es
un pionero en salir a las periferias geográficas y existenciales
para llevar a todos el amor, la misericordia de Dios. No se quedó en
el despacho parroquial, se desgastó sobre la mula y acabó enfermando
de lepra, a fuerza de salir a buscar a la gente, como un sacerdote
callejero de la fe‘.
En este sentido, el papa Jorge Mario Bergoglio, exarzobispo de
Buenos Aires, destaca cómo el sacerdote argentino supo salir ‘de la
cueva del egoísmo mezquino que todos tenemos‘ y pudo ‘conquistar
también para Dios a personas de mala vida y paisanos difíciles‘.
‘Se cuentan por miles los hombres y mujeres que, con el trabajo
sacerdotal de Brochero, dejaron el vicio y las peleas. Todos
recibían los sacramentos durante los ejercicios espirituales y, con
ellos, la fuerza y la luz de la fe para ser buenos hijos de Dios,
buenos hermanos, buenos padres y madres de familia, en una gran
comunidad de amigos comprometidos con el bien de todos‘, apunta.
Por ello, el pontífice pide que ‘dejemos que el cura Brochero
entre hoy, con mula y todo, en la casa de nuestro corazón y nos
invite a la oración, al encuentro con Jesús, que nos libera de
ataduras para salir a la calle a buscar al hermano, a tocar la carne
de Cristo en el que sufre y necesita el amor de Dios‘.
Nacido en Santa Rosa, José Gabriel Brochero desarrolló toda su
actividad pastoral en las sierras de Córdoba (Argentina) hasta su
muerte en Villa del Tránsito, conocida en la actualidad como Villa
Cura Brochero.
El milagro que le atribuye la Iglesia Católica para su
beatificación vino de la mano del pequeño Nicolás Flores, que estuvo
a punto de morir en un accidente de tráfico y que, según certificó
la Santa Sede, salvó su vida gracias a la intercesión de Brochero, a
quien se encomendó su padre.
