Mario Abel Aranda, dirigente del peronismo de La Plata, inventó su propio secuestro: tras estar varias horas sin dar noticias, el hombre denunció que tres hombres, a punta de pistola, lo obligaron a subir a un auto, lo llevaron hasta la localidad de Magdalena, le robaron 35 mil pesos y hasta amenazaron con matarlo.

 

El revuelo fue tal que dirigentes de distintos niveles salieron a apoyarlo e incluso a denunciar acciones persecutorias y el gran crecimiento de la “violencia política” en territorio bonaerense. El propio  Partido Justicialista publicó un comunicado en el que responsabiliza a María Eugenia Vidal por lo ocurrido.

 

En el medio de la declaración ante la policía, Aranda se quebró y confesó que había radicado una falsa denuncia para ocultar que estaba con su amante. Con su mentira, el militante dejó expuesto a toda la dirigencia peronista y a sus propios compañeros.

 

 

La agrupación en la que participaba lanzó un nuevo comunicado en el que se vieron obligados a pedir disculpas: "Se trató de un problema personal que intentó tapar con una fábula que nos preocupó a todos", escribieron y explicaron que van a pedir “su expulsión partidaria y nos encargaremos de que tenga una debida atención psicológica”.

 

 

Si bien el fiscal que interviene en la causa, Hugo Tesón, aún no recibió las actuaciones policiales, la Justicia podría procesarlo por falso testimonio.