La Secretaría de Agricultura informó ayer que se ‘ha declarado oficialmente la finalización del evento La Niña’, la fase seca del ciclo climático que en determinadas regiones de la Argentina se extendió por espacio de 32 meses afectando gravemente a la producción industrial y agrícola ganadera.

Este fenómeno climático incrementó en febrero en más de un millón de hectáreas la superficie total afectada por sequías, y en 19 millones las hectáreas en categoría ‘severa’. Así se detalló en el último informe elaborado por la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías, conformada por diferentes organismos públicos.

Las provincias con nivel severo de sequía son Santa Fe y Entre Ríos en su totalidad; Chaco, Formosa, Corrientes (Noroeste Argentino -NOA-); el este de Santiago del Estero y de Córdoba; y el centro y norte de la provincia de Buenos Aires.

Respecto a la finalización de La Niña, se señaló que los indicadores oceánico y atmosférico ‘presentan valores dentro del rango de neutralidad’, en tanto ‘el pronóstico indica una muy alta probabilidad a que se mantenga la fase neutral al menos hasta el inicio del invierno austral’. No obstante, este fenómeno afectó por espacio de hasta 32 meses a las distintas regiones del país, un período que abarcó a tres campañas de producción seguidas.

El informe advierte ‘un empeoramiento de las condiciones en áreas que ya estaban afectadas, lo cual se refleja un incremento del impacto sobre sistemas ganaderos, cultivos y población’.

El estudio avizora lluvias para el norte del área afectada por sequía severa, de entre 20 y 40 milímetros (mm), para la corriente semana, del 14 al 20 de marzo, y de 20 a 60 mm para la del 21 al 27 del mismo mes. Hacia el sur del área en sequía severa los mayores valores de precipitación acumulada se podrían registrar en la próxima semana (20 a 40 mm).

En cuanto a temperaturas, la región seguiría dentro de un patrón más cálido de lo normal, aunque con menores chances de ocurrencia de olas de calor. En la perspectiva trimestral (marzo-abril-mayo), se prevé que en el área afectada por sequía severa se espera una mayor chance de lluvias normales o inferiores a las normales hacia el norte del Litoral, lluvias normales sobre el centro y oeste de Formosa y Chaco y este de Salta.

‘El resto de la región no presenta señal clara en ninguna categoría, por lo que existe igual chance de ocurrencia de lluvias en las tres categorías’, dice el estudio, y remarca que ‘en toda la región afectada por sequía severa se espera que las temperaturas continúen siendo, en promedio, más altas que lo normal’.

En el Noreste Argentino (NEA), comprendido por Santiago del Estero, este de Salta y de Jujuy, y Tucumán, La Niña permaneció por 32 meses y registró una ‘afectación muy fuerte en ganadería con problemas de abastecimiento de agua para bebida animal’, y un ‘impacto en cultivos de verano y en frutales’, dice el relevamiento.

En el NOA la duración de la fase seca fue de 30 meses e incidió en ‘cultivos de soja y maíz, caña de azúcar y en ganadería’. La región Centro padeció a La Niña por 16 meses y quedó en la categoría de ‘sequía severa’, sufriendo afectaciones ‘en cultivos tempranos y tardíos’ y un ‘impacto en horticultura, frutales, animales de granja’. En Cuyo (Mendoza y San Luis), la sequía se consideró ‘leve’, según el informe, pero permaneció 24 meses y trajo problemas ‘en ganadería, niveles de diques bajos, restricciones en agua de riego’.

Finalmente, en La Patagonia (Santa Cruz, norte de Tierra del Fuego y zona cordillerana de Neuquén, Río Negro y Chubut), La Niña estuvo vigente ocho meses y produjo una ‘merma en pastizales’ e ‘incremento de incendios’.

La Niña catapultó la mayor sequía en Argentina en los últimos 60 años con furiosas pérdidas para el sector agroindustrial y exportador, y por ende, provocó un fuerte recorte en las previsiones de cosecha de trigo, maíz y soja. esto implica una dramática merma en el ingreso de dólares para el país.

En su última estimación mensual, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) recortó la estimación de producción de soja en 7,5 millones de toneladas hasta las 27 millones, lo que implicó un merma del 45% respecto al volumen que se esperaba al comienzo de la campaña.

 

Impacto en Santa Fe

Los efectos de la sequía, expresada en perfiles de suelos secos y las altas temperaturas, agravaron esta semana el deterioro de los cultivos tardíos de soja y maíz del centro y norte de Santa Fe. Los productores se preparan para un escenario de bajos rendimientos.