El secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, se refirió hoy a la entrada en vigencia del congelamiento de precios y cargó contra “dos cadenas de supermercados” que se manifestaron en contra de reducir sus márgenes de ganancia. “Eso sí va a complicar el programa”, lanzó el funcionario y advirtió que el Gobierno tomará cartas en el asunto ante este tipo de situaciones.
En diálogo con Urbana Play, Feletti afirmó que el control de precios atravesó su primer fin de semana con puntos a favor y en contra. “Hasta ahora ahora las empresas han entrado en el congelamiento y el programa está funcionando”, destacó en primer término y confirmó un acatamiento por encima del 70%.
No obstante, entre las situaciones problemáticas registradas indicó que “hay dos cadenas de supermercados que están diciéndole a los proveedores que quieren mantener márgenes del 30% y que ellos ajusten su precio” y advirtió: “Eso es una conducta antisocial que estamos viendo con preocupación y sobre eso vamos a intervenir. Quieren mantener el 30% sobre el precio que reciben y eso sí va a complicar el programa”. Cuando le preguntaron por los nombres de dichas compañías, apuntó: “Antes de mencionarlas, quiero hablar personalmente con ellas, porque es lo que corresponde”.
Seguidamente, el funcionario insistió en subrayar los puntos fuertes del congelamiento. En esa línea, remarcó: “Hasta ahora, todas las grandes empresas productoras de alimento están mandando las listas de precios retrotraídos al 1° de octubre y se está desarrollando normalmente el programa”.
Al ser consultado sobre los dichos de la candidata a diputada del Frente de Todos (FdT) por la provincia de Buenos Aires, Victoria Tolosa Paz, que denunció un “golpe blando” al Gobierno en materia económica, expresó: “Yo no puedo hacer conjeturas sobre un golpe blando; soy secretario de Estado y tengo que hablar de la realidad concreta. En lo que me toca a mí, la verdad que hubiera esperado un acuerdo [con los empresarios]”. Y se agregó: “Estamos pensando en acordar 1400 productos por noventa días para asegurar una buena salida de la pandemia y un buen tránsito en las fiestas y encontramos resistencias”.
Feletti explicó en ese sentido que si bien continúan las negociaciones con el sector alimenticio, “los acuerdos con las empresas se han ido cerrando, no sin tensiones”.
Por otra parte, señaló: “Todos los países del mundo, más aún cuando es productor de alimentos, asegura una canasta amplia para su población, y las empresas tiene que adecuar sus costos y márgenes de rentabilidad dentro de su explotación a sostener esos precios regulados, esto no es una idea peregrina, sino que pasa en todas parte del mundo por el contexto mundial”.
Ante la consulta de María O´Donnell sobre por qué no se incluyó en el control de precios el rubro de medicamentos, Feletti dijo que hay “una preocupación” sobre ese tema y aseguró: “La vamos a abordar”.
Resistencias
El congelamiento de los precios de casi 1500 productos de primera necesidad (alimentos, bebidas, tocador y limpieza) que rige para los próximos tres meses, hasta el 7 de enero de 2022, con un precio retroactivo al 1° de octubre, ocasionó el cuestionamiento de varias cámaras empresariales que dudan de la eficacia de la medida como una herramienta para controlar la inflación.
La Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), organización empresaria que nuclea y representa los sectores de la industria de alimentos y bebidas de Argentina, la semana pasada emitió un comunicado firmado por su presidente, Daniel Funes de Rioja que indicaba: “El argumento de que la inflación se aceleró por los aumentos de la categoría de productos de alimentos y bebidas pierde sentido ya que existen otras divisiones cuyos precios crecen por encima del Índice IAB y del Índice General (…) Frente a la amenaza de la aplicación de la Ley de Abastecimiento y las manifestaciones sobre codicia, hay que reconocer que la industria no es la causa de la inflación sino que sufre sus consecuencias”.
Al respecto, hoy, Feletti afirmó que Funes de Rioja se negó a sentarse para negociar el control de precios y dijo: “Es una conducta poco correcta en términos políticos que no se quiera presentar (…) en una Argentina que necesita acuerdos”.
Por otra parte, ayer, la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) emitió un comunicado tildando de “equivocada” la política y pidió a las empresas evitar remarcaciones preventivas. “Se pretende solucionar un problema acuciante como el de la inflación con una receta equivocada (…) lejos de reducir la inflación, lo que logra es enviar señales contradictorias al sector privado (…) Impide que la actividad económica se ponga al servicio de la sociedad en su conjunto, niega la libertad de la persona en el campo económico como un valor fundamental y menosprecia la importancia del libre mercado para garantizar la provisión de bienes y servicios”, aseguraron.
El presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Mario Grinman, también había criticado la política de congelamiento de precios y señalo el riesgo de un posible desabastecimiento. “Los más interesados en que los precios estén planchados y por muchísimo tiempo somos los empresarios, porque los clientes se enojan. Queremos vender la mayor cantidad de unidades posibles porque la rentabilidad es muy baja. Los empresarios no somos los formadores de precios”, había dicho la semana pasada en declaraciones radiales.
Por su parte, ante el comienzo de la medida, el fin de semana, los supermercados nucleados en ASU en un comunicado oficial destacaron: “Confiamos en el compromiso de nuestros proveedores para cumplir y mantener sus niveles de servicio, dado que, como último eslabón de la cadena, dependemos de ello para satisfacer las necesidades de nuestras clientas y clientes”.