Los familiares de víctimas de la tragedia de Once apuntaron contra Julio De Vido y Florencio Randazzo en un acto en la estación ferroviaria donde, seis años atrás, impactó una formación del Sarmiento y dejó 51 muertos. Hablaron de las responsabilidades de los exministros K de Planificación y de Transporte y, además, reclamaron que la Justicia deje firmes las penas para los condenados en la causa. Por la tarde se reunirán con el presidente Mauricio Macri en Casa Rosada.

 

El 22 de febrero de 2012 un tren de la línea Sarmiento entró a gran velocidad al anden 1 de la estación Once e impactó contra los paragolpes de amortiguación. Por el accidente murieron 51 personas, entre ellas una mujer embarazada.

 

Actualmente se realiza un juicio por el caso a De Vido y al exjefe de la Unidad de Renegociación y Análisis de Contratos de Servicios Públicos Gustavo Simeonoff por su responsabilidad en la tragedia. Los exfuncionarios K están acusados de los delitos de estrago culposo agravado y administración fraudulenta.

 

“De Vido parecía intocable y tuvo que dar explicaciones. Está preso, pero no por la masacre”, dijeron los familiares, que recordaron que durante el proceso se levantó y los miró de manera “desafiante”. “Fue él quien tuvo que bajar la mirada”, afirmaron. “De Vido tenía la responsabilidad de quitarle la concesión a TBA después de la masacre”, acusó.

 

Además criticaron duramente a Randazzo, que declaró en el juicio que tuvo “poca relación” con De Vido y que había un “deterioro importante” en la red ferroviaria.” Fue unfuribundo kirchnerista y después trató de diferenciarse. En su campaña proselitista (como candidato a senador por el PJ) usó a los cuerpos sin sonrojarse”, cuestionaron. “Se sentó en el tribunal y tuvo que decir la verdad: que cuando le asignaron Transporte había serias deficiencias. Aunque eso no lo exculpa”, argumentaron.

 

 

“La tragedia de Once fue un desastre humano, no había una tabla de valores. Pero nosotros transformamos el dolor. Quedamos desnudos, despojados de nuestros seres queridos. Cargamos con dignidad nuestra lucha. No queremos nunca más memorias tristes”, dijo María Luján Rey, mamá de Lucas Menghini Rey, una de las familiares que leyó el texto.

 

“Siempre hemos respetado los tiempos de los jueces, pero les queremos hacer saber que estamos esperando ansiosos el día que los corruptos vayan presos. Cómo haremos para pensar que no es lo mismo ser un delincuente que no serlo. El Estado argentino tiene deudas en general y con los familiares de las víctimas de Once en particular”, indicó.

 

Los familiares exigirán que la Justicia deje firmes las condenas y los responsables cumplan su pena en la cárcel. “Ya pasaron seis años desde que perdimos a nuestros seres queridos, queremos que la Cámara de Casación confirme las condenas que fijó el tribunal en diciembre del 2015 y que los responsables vayan a cumplir su pena a la cárcel como corresponde”, adelantó Rey.

 

En diciembre de 2015 el Tribunal Oral Federal N° 2 dictó penas de 8 años de prisión a Juan Pablo Schiavi, secretario de Transporte al momento de la tragedia; 6 años para su antecesor, Ricardo Jaime; 9 años para el empresario Sergio Cirigliano y 3 años y medio para el maquinista del tren, Marcos Córdoba.

 

Las mayores condenas fueron para Schiavi y Cirigliano, exconcesionario de Trenes de Buenos Aires, por los delitos de administración fraudulenta en perjuicio del Estado nacional y estrago culposo, por el pago de subsidios estatales y la simultánea falta de mantenimiento de las formaciones del Sarmiento.

 

 

El Tribunal dio por probado que existió una relación causa efecto entre ambos hechos, los que desembocó en el choque contra el andén de Once. También recibió una condena Jaime, a quien el tribunal aplicó una pena unificada con dos anteriores, pero sólo lo consideró responsable por el mal uso de los subsidios que pagaba el Estado a la prestataria y no por el estrago culposo.

 

El maquinista Córdoba, para quien dos de las querellas habían pedido la absolución, recibió una sentencia de tres años y seis meses de prisión y siete de inhabilitación para conducir, ya que se dio por probado que no frenó a tiempo para impedir la embestida de la formación contra los paragolpes del andén.