La etapa final de la identificación de los 88 soldados argentinos caídos en la guerra de Malvinas ya tiene fecha. Según confirmó la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, el 15 de marzo viajarán los familiares a las islas junto a autoridades del Gobierno para instalar las placas con nombre y apellido y reemplazar así las que fueron colocadas con la insignia “soldado argentino solo conocido por Dios”.

 

El secretario, Claudio Avruj, se reunió en el Espacio Memoria y Derechos Humanos con algunos de los familiares para ultimar detalles del procedimiento y hasta el día del viaje la coordinación seguirá entre la Secretaría y Cancillería con la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur.

 

Ya la semana pasada, el viernes, el canciller Jorge Faurie mantuvo un encuentro en el Ministerio de Relaciones Internacionales y Culto para avanzar en la realización de este último tramo del trabajo conjunto entre el Estado argentino, el Reino Unido y la Cruz Roja Internacional.

 

En diciembre de 2017, el Comité Internacional de la Cruz Roja entregó a las delegaciones de Argentina y Reino Unido los informes forenses resultantes del trabajo realizado para identificar los restos de soldados argentinos enterrados en el cementerio de Darwin, donde se verificaron las identidades de 88 argentinos de las 121 tumbas que faltaban identificar.

 

Los estudios de reconocimiento de los restos a cargo de Morris Tidball-Binz comenzaron el 20 de junio, con 14 especialistas forenses de Argentina, Australia, España, Chile, México y el Reino Unido.

 

El trabajo forense en las islas consistió en tareas de sol a sol durante siete semanas ininterrumpidas. Primero se realizó la exhumación meticulosa de cada cuerpo que sería analizado durante ese día; el análisis se realizó en una morgue temporal, de alta tecnología, que se instaló allí.

 

La labor de los especialistas, que llevaba varias horas por cada uno de los cuerpos, incluía la documentación minuciosa de cada caso, la toma de muestras para los estudios posteriores de ADN y luego el proceso de regresar el cuerpo, con sus objetos asociados, a su tumba original, cuidando –durante ese proceso– la dignidad de los soldados.

 

Entre los expertos que realizaron los análisis genéticos de las muestras, se destacaron los miembros del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), con sede en la provincia de Córdoba, liderados por Luis Fondebrider.

 

Pero la búsqueda no está finalizada. Solo 107 familias participaron inicialmente del proceso brindando su consentimiento. Aún quedan muchas otras a las que se contactará para que acerquen las muestras biológicas de referencia y poder cotejar el ADN con la base de datos.

 

Además, están las familias que han dado su consentimiento pero el perfil o los perfiles obtenidos no son suficientes para establecer con certeza la identidad.