Una familia conformada por dos personas adultas y dos menores de edad necesitó percibir ingresos por casi 500 mil pesos en diciembre pasado para no ser considerada en situación de pobreza, informó ayer el Indec.
Este número se desprende del costo de la Canasta Básica Total (CBT), que subió 27% el mes pasado, por lo que un grupo familiar tipo necesitó contar con ingresos por $495.798 para no ser considerado en situación de pobreza. Este indicador a lo largo de 2023 reflejó un incremento acumulado de 225,1%.
Por su parte, el costo de los productos que integran la Canasta Básica Alimentaria (CBA) subió 30,1 % en diciembre, lo que determinó que el mismo tipo de familia necesitara ingresos por $ 240.678 para no caer en la indigencia. En este último caso, que mide únicamente la evolución de los precios de los alimentos que forman parte de la canasta, el costo acumuló un incremento de 258.2% a lo largo de 2023.
La diferencia entre ambas canasta radica en que la total incluye precios regulados, como el transporte, electricidad y gas, que reflejaron menos subas que alimentos y bebidas. A lo largo de 2023, la inflación general fue del 211,4%, el mayor registro desde 1990 a la fecha.
Al respecto, el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) estimó que la pobreza multidimensional urbana ascendió en el tercer trimestre de 2023 al 44,7% del total de la población y al 62,9% de los niños y adolescentes.
En ese marco, la cantidad de personas en situación de indigencia se ubicó en el 9,6%, según la medición de la UCA.