Cada vez más la familia de Debora Pérez Volpin se convence de que el sanatorio La Trinidad buscó encubrir las razones de la muerte de la periodista que había elegido ser legisladora porteña. A las sospechas sobre el cambio del endoscopio,la numeración de serie limada de un procesador y la falta de imágenes del estudio que se le hizo, relatadas por Infobae, el testimonio de un técnico sacudió hoy la sala de audiencias: es que faltaban más de 20 hojas del informe sobre la frecuencia cardíaca y respiratoria desde que Pérez Volpin comenzó el estudio hasta que sufrió el paro.

Juan Martín Chávez es un técnico en electromedicina. Su testimonio había sido pedido por la querella, pero también por la fiscalía y las defensas del endoscopista Diego Bialolenkier y la anestesista Nélida Puente.

Las sospechas surgen en torno al informe del monitor cardíaco, un equipo clave para medir los signos vitales de un paciente: la frecuencia respiratoria, la presión o la saturación de oxígeno. Fue el juez del Tribunal Oral Criminal Javier Anzóategui el que interrogó al testigo para saber por qué faltaban hojas de esos documentos.

Chávez admitió que a él la clínica le pidió imprimir el informe de Pérez Volpin y él lo hizo. También dijo que entregó todo a los directivos médicos de la clínica. Pero los papeles no aparecen. No hay manera de no notarlo, decían en los pasillos de tribunales. Si dice hoja 37 de 60 y la 20 no está, es claro que faltan.Hasta las defensas de la anestesista y el endoscopista coincidieron en las dudas sobre esos registros.

"La clínica intentó encubrir el hecho", dijo a Infobae Diego Pirota, abogado de la querella en un receso de la audiencia. "Y eso es lo que estamos viendo en este juicio que la clínica no quería hacer. De un informe de 60 páginas mandaron solo de la 37 en adelante. ¿Cuáles? Justo en el momento en que Débora entró hasta que tuvo el paro cardíaco".

 

Los otros testigos

 

En la audiencia también estuvo hoy declarando Cecilia Di Filippo, la médica de terapia intensiva que atendió a Débora y le aconsejó la realización de la endoscopía para determinar por qué sufría de dolores tan fuertes en el estómago. La médica confirmó que presentaba una alteración hepática, pero remarcó que la periodista estaba en condiciones de afrontar la endoscopía y que no había riesgo de muerte. También detalló cómo se enteró de la emergencia y cómo le informó a la familia que había habido una complicación y la paciente había fallecido. A preguntas de la defensa del endoscopista, la experta señaló que la droga aplicada por la anestesista en la sedación provoca "depresión respiratoria y cardíaca".

Fue sin embargo Eduardo Cavallo, el director médico general de Galeno, el testigo que generó los mayores comentarios al término de la audiencia. Es porque cuando le tomaron juramento y le preguntaron si prometía decir toda la verdad, el testigo respondió: "Sí, quiero que se sepa toda la verdad; me extraña a veces que toda la verdad no se haya dicho desde el principio".

La querella preguntó entonces qué no se conoció desde el principio. Y Cavallo hizo hincapié –en sintonía con otro directivo que declaró ayer– en las patologías previas que tenía Débora y recomendó buscar ahí las causales del deceso. Aunque no estaba en Buenos Aires cuando murió Débora, Cavallo afirmó que al llegar pidió todos los antecedentes y habló con varios de los profesionales que intervinieron e insistió en quejarse porque "en los medios eso no se decía". "Nunca se decía tal cantidad de patologías previas. Hubo un paro (cardíaco) en una endoscopía pero eran muy importante las internaciones previas. Yo quedé atónito, debió ser tenido en cuenta… Han destruido la imagen del sanatorio", se quejó.

 

Cómo sigue el juicio

 

El lunes será un día clave. Diego Bialolenkier, el endoscopista acusado de homicidio culposo, prometió declarar ante el tribunal. El lunes pasado, cuando empezó el juicio, dijo que era inocente y que lo que había pasado no ocurrió por su accionar, pero en su indagatoria promete explayarse sobre los detalles que rodearon su intervención. También se sabrá qué dice sobre el obrar de la anestesista Nélida Puente, que en su indagatoria le apuntó a él indirectamente e insistió en defenderse.

Para el jueves 1 de agosto están previstos los alegatos: la fiscalía, la querella y las defensas harán su lectura de lo que pasó. Los defensores de Pérez Volpin pedirán penas para los acusados. El delito por el que llegaron al debate es homicidio culposo, que prevé un máximo de cinco años de cárcel. Las defensas buscarán sus respectivas absoluciones. El viernes 2 será el momento de las réplicas, las últimas palabras de los implicados y el veredicto.