El papa Francisco inauguró ayer la nueva sede de la fundación pontificia Scholas Occurrentes en el Vaticano, en un acto que contó con la presencia de la pareja del presidente Alberto Fernández, Fabiola Yáñez, y otras cuatro primeras damas latinoamericanas a las que les reveló su sueño de "una América Latina unida".
El pontífice bendijo y descubrió una placa en el ingreso de la sede que la fundación pontificia tiene en el barrio Trastevere de Roma acompañado por Yáñez y las primeras damas de Belice, Brasil, Colombia y Paraguay, en el mismo día en que celebra el 50 aniversario de su ordenación sacerdotal.
"Por supuesto esperamos que al primer lugar que vaya sea la Argentina", le dijo sonriente y algo nerviosa la flamante primera dama Fabiola Yáñez al papa Francisco. Fue durante el encuentro que tuvieron en el Vaticano, instantes después de entregarle como presente el cáliz que se usó el último domingo en la misa de Luján, a la que asistieron Alberto y Mauricio Macri. El pedido de Yáñez fue celebrado con risas de los presentes, entre ellos Francisco, quien se limitó a agradecerle por el obsequio.
"Este es el cáliz de la misa de la unión que significó tanto para nuestro país en este momento. Significa muchísimo la unidad de los argentinos en este momento", le dijo Yáñez al Papa.
Yáñez, quien el jueves se había reunido en Roma con autoridades de la Oficina de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), participó desde las 16 hora local (12 de Argentina) del acto inaugural de las oficinas de la fundación creada por el pontífice en 2013.
Durante el acto, Francisco resaltó que Scholas, creada en 2013 en base a las experiencias Escuela de Vecinos y Escuelas Hermanas que había impulsado como arzobispo porteño, motiva a los jóvenes a "expresar libertad, no tener miedo y a desinhibirse".
"Es la capacidad de hacer salir lo que uno tiene dentro. Cuando lo hacés en grupo el grupo te va conteniendo y ayudando", dijo Jorge Mario Bergoglio.
El Sumo Pontífice también recibió al empresario Eduardo Eurnekian, a quien le regaló un violín que en el frente lleva la insignia del Año de la Misericordia y en el dorso aparece inscripta su firma.