El FMI reclamó ayer sábado a Argentina un "paquete de políticas más fuerte" para salvaguardar la estabilidad y consideró "esencial" cumplir con el "objetivo de déficit fiscal del 1,9% del PIB para este año con el fin de hacer frente a la alta inflación, la acumulación de reservas, aliviar las presiones financieras y fortalecer la sostenibilidad de la deuda". Así se posicionó el Directorio Ejecutivo del Fondo después de que el viernes aprobara un desembolso de 5.400 millones de dólares para Argentina, lo que lleva el total de desembolsos a 28.900 millones de dólares.
La subdirectora gerente del FMI, Gita Gopinath, dijo en un comunicado que la situación económica en Argentina se ha "vuelto más desafiante en lo que llevamos de año" debido a la sequía que sufre el país y consideró que, dada la "magnitud del shock climático" se justifican algunos "ajustes" a la baja en los objetivos de acumulación de reservas. No obstante, consideró que "será necesario un paquete de políticas más sólidas para salvaguardar la estabilidad y mantener el papel de ancla del programa". Por ello, apuntó particularmente a "mejorar" la focalización de los subsidios a la energía y la asistencia social, para ayudar a compensar los impuestos a la exportación más bajos debido a la sequía, proteger la infraestructura prioritaria y el gasto social, "y asegurar los objetivos fiscales".
Para Gopinath, "será fundamental garantizar que las tarifas de energía para usuarios residenciales y comerciales de altos ingresos avancen para alinearse completamente con los costos, incluyendo para reducir la regresividad del sistema"; al tiempo que advirtió que "el costo fiscal de la nueva moratoria de pensiones debe mitigarse a través de regulaciones estrictas para apuntar la entrada sólo a aquellos con mayor necesidad". Por otra parte, planteó que "las tasas de interés reales deberían permanecer lo suficientemente positivas para hacer frente a la alta inflación y respaldar la demanda de activos en pesos", aunque admitió que "es posible que se justifiquen aumentos adicionales de las tasas en caso de que se produzcan nuevos shocks inflacionarios o se intensifiquen las presiones cambiarias".
"La tasa de crawl debería continuar apoyando la competitividad, con acciones recientes para racionalizar el régimen cambiario y agilizar las exportaciones que también ayudan a respaldar la acumulación de reservas", sostuvo, al tiempo que consideró que "deben evitarse las intervenciones en el mercado cambiario paralelo utilizando reservas o instrumentos de deuda externa a corto plazo".
Para Gopinath, "a medida que las condiciones lo permitan y se aborden los desequilibrios, las medidas de gestión de flujos de capital, las prácticas de moneda múltiple y las restricciones cambiarias también deberían eliminarse, ya que no sustituyen a una política macroeconómica sólida".
"Movilizar el apoyo de socios multilaterales y bilaterales, incluida la finalización de acuerdos técnicos con los restantes acreedores del Club de París, es esencial para garantizar que se cumplan los compromisos financieros y fortalecer la cobertura de reservas", planteó.
Deuda doméstica
En el frente de la financiación doméstica, el FMI indicó que se necesitarán esfuerzos prudentes para mitigar los riesgos de refinanciación a corto plazo. Mientras tanto, aconsejó que "las intervenciones del Banco Central en los mercados secundarios de bonos deberían limitarse".