El Directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó ayer la cuarta revisión del acuerdo con la Argentina, correspondiente a las metas fijadas para el cuarto trimestre de 2022, lo que implicó un desembolso inmediato de los U$S 5.400 millones comprometidos en el acuerdo firmado en marzo de 2022, informó el organismo internacional.

"La decisión del Directorio hace posible un desembolso inmediato U$S 5.400 millones (DEG 4.000 millones), lo que sitúa el total de desembolsos en el marco del acuerdo en alrededor de U$S 28.900 millones", detalló el FMI en un comunicado.

La transferencia ya se advirtió en las reservas del Banco Central, que en la tarde de ayer cerraron en U$S 39.055 millones, unos U$S 2.500 millones por arriba del cierre del jueves, una vez descontado el pago de U$S 2.900 millones que Argentina debía completar en marzo.

El impacto de la sequía, el financiamiento interno y el nivel de reservas resultaron el foco de atención en las últimas semanas en las discusiones que mantuvieron la Argentina con el FMI, puntos que están íntimamente relacionados con el cumplimiento de las metas del programa vigente con el organismo.

En ese sentido, la aprobación del Directorio llega luego de que el 13 de marzo el equipo técnico del organismo y el Gobierno argentino acordaran una revisión que incluyó una reducción en la meta de acumulación de reservas internacionales para 2023 -aún no detallada- por el efecto de la sequía sobre las exportaciones, y mantuvo sin cambios la meta de 1,9% del PBI de déficit fiscal para este año.

Luego de analizarlo por unas dos semanas, finalmente el directorio dio este viernes el visto bueno a la flexibilización, pero con algunas advertencias.

Según el programa original firmado el año pasado, el Gobierno debía tener en las arcas del Central para fines de marzo unos U$S 7.800 millones, en junio 11.000 y a fines del 2023 unos 12.125, algo que ahora asoma imposible de cumplir porque se estima que las perdidas por la sequía serán de entre U$S 15.000 y U$S 20.000 millones o más.

El miércoles, el ministro de Economía, Sergio Massa, se reunió con la número dos del Fondo, Gita Gopinath, en Washington, donde dejaron entrever que el programa que se discutirá en breve no será ajeno al impacto severo que provocó la sequía en la economía argentina y la consecuente caída en el nivel de reservas.

La propia Gopinath se encargó de adelantar estos tres puntos tras calificar al encuentro con Massa como una "buena reunión".

"Buena reunión con el ministro Sergio Massa. Se discutió la cuarta revisión del programa, el severo impacto de la sequía y la importancia de las acciones para aumentar las reservas y continuar movilizando financiamiento interno de manera sostenible", señaló Gopinath en su cuenta en la red social Twitter.

Luego, Massa, que formó parte de la delegación que acompañó al presidente Alberto Fernández en su visita a la Casa Blanca, donde se reunión con el presidente de Estados Unidos Joe Biden, dijo que en el encuentro trataron "los temas del impacto de la sequía en el país y se valoró el despeje de vencimientos de la curva en pesos".

Los eventuales cambios que se podrían dar en el programa a raíz en la sequía tienen que ver con la flexibilización en el nivel e reservas, que implicaría un recorte de unos U$S 2.000 millones respecto a las previsiones contenidas en el acuerdo firmado en marzo de 2022.

 

La sangría del Central

El Banco Central vendió U$S 99 millones ayer y finalizó marzo con una sangría de U$S 1.918 millones. A lo largo del mes hubo demandas extras por pagos de bonos de Santa Fe (U$S 130 millones) y Mendoza (U$S 57 millones) e importación de barcos de gas (U$S 262 millones).