El niño de ocho años que recibió el pasado martes en Rosario un trasplante de hígado por padecer una hepatitis severa de origen desconocido se encuentra "estable" y "evoluciona favorablemente", informó ayer al mediodía el equipo médico que lo trata, aunque pidió cautela debido a la complejidad del caso.
Lisandro Bitetti, cirujano que participó de la intervención, dijo a medios locales que el paciente "está evolucionando favorablemente, tanto en los parámetros clínicos como de laboratorios que se siguen en la sala de terapia intensiva". "Por ahora salió todo como estaba planeado en la cirugía. El chico viene mejorando hora a hora. Igualmente lleva menos de 24 horas el trasplante y sigue siendo un caso crítico al que hay que seguir muy de cerca", explicó Bitetti.
Por su parte Roxana, la madre del niño, aseguró que se encuentra "muy tranquila", luego de saber que el menor pasó la noche en buenas condiciones y que se mantiene "estable" de acuerdo al parte que brindó el equipo médico ayer al mediodía.
En ese sentido, la mujer apuntó que el martes "estaba destrozada, pero ahora estoy muy tranquila". La madre del paciente formuló sus declaraciones en la puerta del Sanatorio de Niños, ubicado en el centro rosarino, donde se realizó con éxito la operación.