Buenos Aires.16 de noviembre.- Un donante vivo dio parte del hígado a su madre en un hospital público.
Una mujer de 57 años afectada de cirrosis fue trasplantada en el hospital provincial Eva Perón, en San Martín, con parte del hígado de su hijo vivo, en una intervención que se realiza por primera vez en una institución pública para un adulto, informó este martes el ministerio de Salud bonaerense.
El donante vivo dio el 60% de su hígado en una compleja operación que se realizó con la intervención del centro de ablación e implantes Cucaiba.
El cirujano a cargo del trasplante, Lorenzo Toselli, contó que este tipo de operación suele hacerse con un donante cadavérico y, hasta ahora, en el sector público sólo se había hecho con donantes vivos cuando los receptores eran niños, porque sólo requieren una porción pequeña de hígado.
Lo que permite hacer este tipo de trasplante con donante vivo es la capacidad del hígado de regenerarse a sí mismo, por lo cual, "tanto al joven como a la madre se le regenerará" el órgano casi hasta su volumen original, indicó el médico.
La mujer beneficiada es oriunda de Merlo y fue afectada por una cirrosis grave que había derivado en una alteración de la función renal.
El donante fue su hijo de 30 años, a quien se le hizo la ablación del lóbulo derecho del hígado, lo que equivale a más de la mitad del órgano vital.
"La gran preocupación en estos casos es no dañar al donante que de modo solidario ofrece parte de su hígado, para lo cual debe ser minuciosamente estudiado con tomografía computada, resonancia vascular y análisis serológicos", afirmó el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia.
El funcionario enfatizó que antes de efectuar la intervención, "el equipo médico debe corroborar que exista un vínculo familiar entre ambos, como lo establecen las leyes en nuestro país, y que la donación se esté efectuando sin que el donante se vea presionado para hacerlo".
Toselli advirtió que "más de la mitad de los posibles donantes de hígado que se estudian terminan no siendo útiles o compatibles para el receptor, porque este órgano tiene que reunir una serie de características indispensables para no poner en riesgo la vida del donante ni la del receptor".
El cirujano comentó que conviene que el donante sea un varón porque generalmente el hombre tiene un hígado de mayor volumen que el de la mujer; además, el donante no debe ser hipertenso ni padecer virus hepáticos.
El trasplante se realizó en dos quirófanos contiguos: mientras a la madre se le extrajo con bisturí ultrasónico parte del hígado dañado, al hijo se le extrajo el lóbulo hepático derecho.
El trozo de hígado fue inmediatamente implantado a la mujer, lo cual implicó conectar todos los vasos sanguíneos que atraviesan el hígado.
Toselli dijo que entre más de 250 funciones hepáticas, está la producción de proteínas a partir de los alimentos, la generación de factores de coagulación, el metabolismo de las grasas, de los hidratos de carbono y del agua.
También juega un rol clave en la formación de los músculos del cuerpo y en la producción de bilis, que ayuda a eliminar los desechos y a descomponer las grasas durante la digestión.
En la cirrosis hepática, las células que conforman la arquitectura del órgano son reempladas al morir por un tejido de tipo cicatricial, anormal, formado a partir del tejido del propio órgano.
La fibrosis y los nódulos alteran la estructura del órgano y dificultan la relación entre los hepatocitos y los capilares sanguíneos, a través de los cuales ejercen su función de síntesis y depuración, y se nutren.
