El Gobierno oficializó ayer el decreto 263/2018 que establece un plan de retiros voluntarios que se aplicará en la Administración Pública Nacional y que tiene tres categorías:

La primera de las categorías incluye a quienes tengan “65 o más años de edad” y que no cuenten “con los años de servicio necesarios para obtener la jubilación ordinaria en los términos de la Ley N´ 24.241 y sus modificatorias”. Estos empleados accederán al pago de 24 cuotas no remunerativas mensuales, iguales y consecutivas. “Cada cuota será equivalente al monto de una remuneración neta mensual, normal, habitual y permanente conforme la percibida por cada agente a la fecha de su baja”.

En la segunda categoría se encuadra a quienes tengan “entre 60 y 65 años de edad”, quienes accederán a “una suma no remunerativa de hasta 36 cuotas mensuales, iguales, y consecutivas”.

En la tercera, se establece como condición “tener hasta 60 años de edad y acreditar una prestación de servicios de dos o más años en entidades y jurisdicciones comprendidas en el artículo 8´, inciso a) de la Ley N´ 24.156”. Estos agentes estatales podrán cobrar “una suma no remunerativa al finalizar su relación de empleo conforme la antigüedad que registren”, a la que se sumará “cierta cantidad de cuotas conforme dicha antigüedad, las que se abonarán de manera mensual y consecutiva”.

El plan de retiros no rige para personal de las Fuerzas Armadas; fuerzas de seguridad y policiales; de la AFI; empleados de cargo docente, profesionales de la salud, del Servicio Exterior de la Nación o personal científico-técnico.