El Hospital de Clínicas José de San Martín advirtió de un "ligero aumento" en casos de Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) en menores de 5 años, durante el primer semestre de este 2023, respecto de los dos años anteriores, lo que convierte a la bacteria escherichia coli en "la segunda causa de trasplantes por insuficiencia renal crónica en niños", pese a ser una "enfermedad prevenible".

El SUH es una enfermedad grave que afecta principalmente a los niños pequeños y en ocasiones también a adultos, embarazadas y personas con sistemas inmunológicos comprometidos. Es una afección compleja que involucra una combinación de anemia hemolítica, trombocitopenia y daño renal.

Es una enfermedad caracterizada por la destrucción de glóbulos rojos (anemia hemolítica) y la disminución de las plaquetas en la sangre (trombocitopenia), con compromiso de múltiples órganos, en especial los riñones, lo que puede llevar a insuficiencia renal aguda.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Argentina tiene "una de las tasas de incidencia más altas del mundo de SUH". Las estadísticas recientes revelan una tendencia en ascenso. A pesar de que entre 2014 y 2021 los casos de SUH habían disminuido, en los últimos tres años se ha registrado un incremento del 13,33%.

El Boletín Epidemiológico registró un aumento de los casos en las primeras 23 semanas del 2023, con un total de 159 casos, de los cuales 126 son menores de 5 años, verificándose un aumento respecto de los dos años anteriores. Y si bien el SUH afecta a 3,4 niños sobre 100.000, el 77 por ciento del total de los casos requieren internación. En lo que va del año se registraron 122 casos de internación, 57 de ellos en cuidados intensivos, 27 requirieron de diálisis peritoneal, 20 transfusiones y hubo 3 muertes.

"La causa más común de SUH está asociada con infecciones intestinales causadas por la bacteria Escherichia coli productora de toxina Shiga (STEC)", comenta Diego Ripeau, nefrólogo pediátrico del Hospital de Clínicas.

En Argentina, el SUH es una enfermedad endémica que generalmente se desencadena por la ingestión de alimentos o agua contaminados con la bacteria escherichia coli productora de toxina Shiga (STEC), que produce daños en los vasos sanguíneos de los riñones, lo que lleva a la formación de trombos y, en última instancia, al fallo renal. Se transmite por ingestión de alimentos o aguas contaminadas, de persona a persona y por contacto con el medio ambiente, ya que la bacteria puede sobrevivir meses en el estiércol. El contacto directo con animales debe ser con precaución y hay que tener en cuenta circunstancias como las visitas a granjas, frecuentes en edad preescolar y escolar. Los alimentos contaminados con STEC incluyen carne poco cocida, leche no pasteurizada, vegetales y frutas sin lavar adecuadamente.

"El síndrome generalmente se desarrolla por etapas. Primero, al llegar la bacteria al intestino, produce diarrea intensa, en la mayoría de los casos con sangre, vómitos, dolor abdominal y decaimiento. A los pocos días, es seguido por un cuadro de palidez, debilidad, sensación de fatiga, petequias (manchas rojas en la piel, como puntos), hematomas y disminución de la diuresis (que puede manifestarse por edemas e hipertensión arterial)", advirtió Ripeau.

Para prevenirlo se recomienda lavarse cuidadosamente las manos después de ir al baño y antes de preparar alimentos; cocinar adecuadamente la carne, evitando comer carne poco cocida; consumir leche y productos lácteos pasteurizados, lavar bien frutas y verduras antes de consumirlas; y no usar el mismo cuchillo o superficie (tablas, mesadas) que haya sido usada para cortar carnes crudas sin antes lavarlo bien con agua y detergente.

 

Las claves de la prevención 

Aunque no hay un tratamiento específico para el SUH, la prevención es la principal herramienta, por ello el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires recomienda:

1 – Evitar que los alimentos pierdan la cadena de frío, adquirir lácteos y carnes al final de la compra.

2 – Guardar las carnes en los estantes inferiores de la heladera y evitar que sus jugos se derramen en otros alimentos.

3 – Separar los alimentos crudos y cocidos en recipientes diferentes en la heladera para evitar la contaminación cruzada.

4 – Evitar descongelar las carnes bajo el chorro de agua caliente o en la mesada para prevenir la contaminación. Se sugiere descongelar en la heladera y recién utilizar.