El debate. La sesión de diputados en la que se debatió el desafuero de De Vido, ante la presencia del legislador sanjuanino Eduardo Cáceres.

 

De Vido quedó sin fueros y eligió entregarse él mismo en los tribunales porteños de Comodoro Py 2002, convencido de que el presidente Mauricio Macri había ordenado a su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, someterlo a un "escarnio público" para retratarlo con las esposas.

Así lo dejo asentado en el acta que se labró en el juzgado de Luis Rodríguez, el juez que el lunes 16 de octubre había solicitado su desafuero y detención. "Todo este show mediático fue responsabilidad de Patricia Bullrich por orden de Mauricio Macri", dijo De Vido en el marco del acta de su detención, según fuentes judiciales.

De Vido hizo esta consideración en el marco de la declaración indagatoria que prestó ante el juez y aseguró que el procedimiento que se hizo en su domicilio del barrio porteño de Palermo con efectivos de la Gendarmería buscó "un escarnio público" cuando se sabía que él no estaba en ese lugar. Aprovechó para decirle al juez que sufre diabetes y es insulinodependiente, para que no le falte medicación mientras dure su arresto, y eligió no contestar preguntas sobre la causa de Río Turbio, aunque se limitó a un escrito de descargo que pedía su sobreseimiento.

El exministro había llegado a las 15.10, junto a su abogado Maximiliano Rusconi y sus asesores, que entraron raudamente por una calle lateral de tribunales, apenas una hora después de que la Cámara Baja lo dejara sin fueros.

En esa hora, agentes de Gendarmería llegaron hasta su casa de Libertador al 2200, a otra vivienda, a una casona de Zárate y también a los tribunales federales para concretar el arresto. No pudieron: De Vido se entregó solo, pero le dedicó la detención a la gestora de Cambiemos: "Mándenle champagne a la doctora (Elisa) Carrió". Apenas llegó al cuarto piso, De Vido entró al despacho de Rodríguez. Allí, quedó formalmente detenido. Y lo notificaron del procesamiento con prisión preventiva.

En los tribunales federales hubo un operativo inusual de protección. Hasta hubo un operativo de distracción, que incluyó impedir a los cronistas de tribunales que pudieran fotografiar al detenido en la alcaidía de los tribunales. Algo falló: por redes sociales comenzó a circular una foto de De Vido, con las esposas en las muñecas, conducido por los penitenciarios, que nadie podía saber si era real. Ahora, su destino -por 48 horas como máximo- será el Hospital de Ezeiza y luego una celda a definir en la cárcel de ese complejo o de Marcos Paz, donde ya duermen su mano derecha, Roberto Baratta, y su cuñado, Claudio "Mono" Minnicelli. Mientras su defensa insista en recursos para obtener la excarcelación, De Vido deberá decidir si quiere volver a Comodoro Py: seguirá el juicio oral por su responsabilidad en la tragedia de Once.

Fuente: DyN