Buenos Aires, 25 de abril.- Con el número justo, el oficialismo consiguió aprobar en general el proyecto que reforma el Consejo de la Magistratura por 130 votos positivos contra 123 negativos.

El kirchnerismo necesitaba una mayoría especial de al menos 129 adhesiones para conseguir la sanción, algo que finalmente logró cerca de las 5:40 en medio de un maratónico debate que incluyó intensos enfrentamientos entre los legisladores opositores y oficialistas de forma constante.

Tras la sanción en general, la discusión pasó a ser si los artículos del proyecto serían votados todos juntos, como aspiraba el kirchnerismo, o cada uno por separado, como suele ser la costumbre. "Exigimos que se debata artículo por artículo", clamó el jefe del bloque del radicalismo, Ricardo Gil Lavedra. Según denunciaba la oposición, el Frente para la Victoria quería englobarlos a todos en un paquete porque no tenía el respaldo necesario para aprobar los aspectos más polémicos de la norma.

Tras una acalorada discusión a los gritos, finalmente el jefe de la bancada kirchnerista, Agustín Rossi, accedió a que se realice una votación en particular pero sin discursos.

Otra vez con los votos justos, el kirchnerismo consiguió aprobar el primer artículo por 130 votos a favor, 20 en contra y una abstención. Luego, cuando el mismo procedimiento se realizó con el segundo ítem de la ley, estalló el escándalo: el oficialismo perdió la votación con 128 votos positivos y 103 negativos.

A los gritos y fuera de sí, Rossi se acercó al estrado del presidente de la Cámara, el kirchnerista Julián Domínguez, para reclamar a los gritos que el voto de la diputada Alicia Comelli (Movimiento Popular Neuquino), no había sido computado. El titular del recinto, quien también debió sufragar para asegurar el número, hizo lugar al pedido y dio por ganada la votación, lo que provocó la furia de la oposición.