Buenos Aires, 14 de agosto.- Desde el viernes pasado, cuando empezaron a subir las aguas en distintas zonas de Buenos Aires, sólo en el Hospital Blas Dubarry de Mercedes atendieron a 40 personas con picaduras de víboras. Y temen que en los próximos días, la atención general de pacientes aumente un 50%.
En la zona, ataca la culebra. Aunque no es venenosa, su mordedura deja una hinchazón en la piel y, si se está en contacto con aguas contaminadas, la herida puede derivar en una infección severa.
Aunque el hospital no está desbordado, se teme un futuro cuello de botella. En pocas horas, cuando baje el río y los vecinos no estén tan pendientes de los bienes materiales, llegará el pico de consultas. “Normalmente se atienden unas 1.200 personas por día y creemos que esa cifra va a aumentar un 50%”, dijo Rodolfo Principi, director del hospital a Clarín.
Las enfermedades que se espera vienen por estar mojado, con frío, en contacto con aguas contaminadas y basura expuesta: desde crisis asmáticas y respiratorias, hasta cuadros de gastroenterocolitis.
El pico de demanda llegará a pesar de que Provincia instaló 3 hospitales móviles en Luján. “Mucha gente está aislada en sus casas y cuando logren salir van a necesitar atención urgente”, dijeron desde el hospital.
Para paliar esa situación, generaron un operativo para distribuir botiquines médicos en las casas inundadas de Mercedes. Entregaban desde gasas, hasta kits con antibióticos y antifebriles para atacar las enfermedades antes de que se agraven.

