Ricardo Lorenzetti recibió en su despacho del Palacio de Tribunales a María Eugenia Vidal, en medio de la tensión por el reclamo bonaerense y el alerta del resto de las provincias por el Fondo del Conurbano.

 

La gobernadora conversó con el titular de la Corte Suprema, el cuerpo que resolverá sobre su demanda presentada en agosto de 2016, durante poco más de una hora.

 

Sucedió en la previa a la reunión de Mauricio Macri con todos los mandatarios en la Quinta de Olivos, para discutir sobre ese tema y otros que involucran la puja por el reparto de recursos.

 

Cerca de Vidal aclararon que se trató de una “visita institucional”, con tres temas principales: además del Fondo del Conurbano, la lucha contra el narcotráfico y reforma judicial en la provincia de Buenos Aires.

 

La gobernadora llegó acompañada por el ministro de Justicia, Gustavo Ferrari.

 

“Soy optimista en que la Corte contribuirá para alcanzar una solución al reclamo por la actualización del Fondo”, aseguró la gobernadora, e insistió en considerarlo “justo y legítimo”.

 

El encuentro implicó una buena señal para Vidal en la previa a las negociaciones. Aun cuando más que un fallo a favor la mandataria prefiera llegar a una solución política, la reunión significó un espaldarazo para llegar con mayor fortaleza a la mesa de discusión.

 

Vidal había accionado dos vías institucionales en agosto del año pasado, con proyectos en el Congreso y la demanda ante la Corte, contra el tope de $ 650 millones anuales establecido por ley en 1995 y nunca actualizado.

 

Creado en 1992 y compuesto por el 10% de lo recaudado por Ganancias, el Fondo del Conurbano estimado para este año será de unos $ 55.000 millones y superará los $ 65.000 millones para 2018. El reclamo de la gobernadora ascendió a unos $ 300 mil millones por los cinco años anteriores.

 

La reunión ocurrió a tres días de una cumbre en la Quinta de Olivos: a su regreso de Nueva York, Macri recibirá el jueves a los gobernadores en la cita pendiente luego de las generales del 22 de octubre.

 

En reuniones previas, los mandatarios peronistas adelantaron que llevarán a la cita la preocupación por un eventual fallo a favor de Buenos Aires, que achicaría sustancialmente los recursos de los otros 22 distritos, todo el resto menos Capital.

 

A su vez, algunas provincias plantearon fuertes reclamos a una serie de puntos de la reforma tributaria -Mendoza y San Juan por el impuesto al vino, Tucumán por las bebidas con azúcar agregada y Tierra del Fuego por la quita a los electrodomésticos, los principales- y la discusión incluirá además el Presupuesto 2018, la Ley de Responsabilidad Fiscal, el Impuesto al Cheque y otros recursos coparticipables, los sistemas previsionales que el Gobierno busca “armonizar” y el reparto de los ATN, entre otras pujas cruzadas.

 

El Gobierno ubicó como principales interlocutores a los gobernadores, por el correlato en caso de un acuerdo de los votos en el Congreso de los legisladores bajo su órbita.

 

Macri apoyó públicamente la postura de Vidal. “Es un reclamo de la gobernadora, que bien lo hizo. La Corte debería tener en cuenta esto porque es bastante claro que el más perjudicado con la incorrecta aplicación ha sido la provincia de Buenos Aires”, se pronunció en agosto el Presidente.

 

Antes de la reunión con Lorenzetti, Vidal pasó por la Casa Rosada y mantuvo una reunión con los gobernadores Gerardo Morales (Jujuy) y Alfredo Cornejo (Mendoza), el vicejefe porteño Diego Santilli, Gustavo Lopetegui -coordinador del Gabinete- y los ministros Rogelio Frigerio (Interior) y Nicolás Dujovne (Nicolás Dujovne), entre otros funcionarios.

 

Fue un nuevo encuentro entre actores clave de Cambiemos previo a la cumbre del jueves en Olivos.