La queja fue unánime. Los empresarios de diferentes rubros de la economía local dicen que en el actual escenario de recesión, y con constantes actualizaciones salariales por la cláusula gatillo, se les hará cuesta arriba cumplir con el pago de un bono de hasta $5.000 a fin de año como acordó el gobierno con la CGT. Y aseguran que la mayoría directamente no podrá pagarlo.

Los empresarios del sector industrial dicen que hay distintas realidades y paritarias en cada sector fabril, y que hará falta un diálogo con los trabajadores para dirimir esta encrucijada porque no todos podrán hacerle frente. En el comercio, que viene con una seguidilla de caída de ventas que ni siquiera el Día de la Madre logró morigerar; aseguran que la idea de pagar un bono es "inalcanzable" para los pequeños y medianos negocios de la provincia. Lo mismo opinan desde el sector turístico. Los supermercadistas deslizan que "algunos pocos" lo podrán pagar, pero no lo mayoría, no. Los bodegueros dicen que con escasas excepciones, esa industria no podrá afrontarlo. Y desde las empresas del transporte automotor aseguran que en el caso de que llegue a ser obligatorio, deberán cumplirlo, pero demandará mucho esfuerzo económico en un momento donde la Nación está transfiriendo los subsidios a las provincias. ""Acá el problema es la coyuntura que estamos viviendo en el interior, las economías regionales están en un momento más difícil que los que están en grandes centros de consumo, y sin las medidas del Gobierno provincial el panorama sería peor", dijo Hugo Goransky, presidente de la Unión Industrial. ""Nos interesa que a los trabajadores les vaya bien y a ellos mantener los puestos de trabajo", agregó. Ángel Leotta fue duro en sus criticas a la Nación: ""Es muy fácil gobernar con plata de otro, del privado; pero con la de ellos no pagarán el bono a los estatales porque no tienen", dijo. Para Alejandro Donna, titular de la cámara supermercadista, "se va a tener que tratar por empresa", aseguró que hay firmas que lo están pasando más llevadero, y otras muy crítico, pero que cree que va a ser ""imposible". Hermes Rodríguez, desde la Cámara de Comercio; lo consideró "inalcanzable" para los comercios chicos y se plegó al pedido de CAME de que sea en cuotas, y a cuenta de futuras paritarias. Ernesto Moyano, desde las empresas de colectivos, añadió que si la Federación que los agrupa lo establece, se pagará "pero con gran esfuerzo". Y Ariel Gimenez, de la Cámara de Turismo, lo consideró "imposible"".