El coltán es un extraño mineral de color gris, muy escaso en el mundo pero llamado a ser la vedette del futuro ya que es vital y estratégico para el desarrollo de toda la industria electrónica. En 1998 fue factor de una guerra tribal en el Congo y ahora está causando revuelo aquí porque también está presente en las entrañas de algunas provincias argentinas.

Esta mezcla de (columbita-tantalio) ostenta hoy una demanda tan elevada que su cotización en el mercado es de casi 400.000 dólares la tonelada.

El coltán -o ‘coltan‘- es un componente obligatorio en todo tipo de computadoras, celulares, televisores de pantalla plana, cámaras digitales, reproductores de MP3, MP4, iPods, iPads y videojuegos. También está presente en equipamientos para la salud, en sistemas de ubicación como el GPS, en aviones o armamento de guerra avanzado, aviones o centrales atómicas.

El Congo tiene el 80% del coltán confirmado en el mundo. Pero la necesidad por hacerse de tan preciado mineral dio lugar a que se intensifique la búsqueda más allá del continente africano.

El objetivo era claro: ubicar yacimientos alternativos del elemento que hoy da origen a los capacitores de todo el espectro tecnológico.

Diez países de los cinco continentes fueron parte de la investigación, que arrojó -en mayor o menor medida- resultados positivos. Pero lo importante fue que esa investigación luego se hizo extensiva a la Argentina que ha dado muestras claras de la diversidad de sus riquezas no sólo con el oro sino también en minerales tan escasos como preciados como el litio.

‘En la Argentina se conoce la existencia de rocas que son portadoras de coltán desde hace años. Se han concretado pequeñas extracciones y nuevos monitoreos para constatar la calidad del mineral‘, afirmó Julio Ríos Gómez, presidente del Grupo de Empresas Mineras Exploradoras de la República Argentina (GEMERA).

Ríos Gómez sostuvo que hay presencia comprobada del material en valles ubicados en las provincias de Córdoba, Catamarca, San Luis y Salta.

La presencia de este mineral en las sierras cordobesas, dio lugar a una incipiente reacción en 2011, cuando los pobladores del valle de Calamuchita se movilizaron para pedir la nulidad de toda actividad minera en cercanías del emblemático cerro Blanco. En paralelo, los vecinos exigieron una normativa que declare libres de minería a toda el área serrana de la zona denominada De los Comechingones.

Sucede que en esa área se comprobó la disponibilidad de coltán con sorprendente grado de pureza de casi el 100%, además de reservorios de cuarzo, mica, berilio y feldespato.

Conocedora de estas bondades, la empresa minera Complejo Cerro Blanco presentó un proyecto de inversión de varios millones de dólares. Pero lo cierto es que el rápido movimiento de los ambientalistas dejó la iniciativa, hasta ahora, en el terreno de la indefinición. Esto no ha frenado el interés de los especialistas que ahora tienen bajo estudio la región pampeana para confirmar su presencia allí. También creen que hay en La Rioja y hasta en San Juan. Fuentes: Diarios del Interior, Télam, DyN