El juez federal Julián Ercolini elevó ayer a juicio oral y público la causa ‘Hotesur‘, en el que, entre otros, están procesados la senadora Cristina Fernández de Kirchner y sus hijos, Máximo y Florencia Kirchner, por supuesto lavado de dinero y asociación ilícita.
Los presuntos ilícitos, en los que también está involucrado el detenido empresario Lázaro Báez, se habrían cometido a través de falsos alquileres de plazas hoteleras para disimular pagos de sumas millonarias a la familia Kirchner.
También van a juicio oral los procesados Romina Mercado, hija de la gobernadora Alicia Kirchner; el empresario inmobiliario Osvaldo Sanfelice; el contador Víctor Manzanares; Adrián Berni, César Andrés, Ricardo Albornoz, Edith Gelves, Patricio Arandia, Emilio Martín, Jorge Bringas, Julio Mendoza, Martín Jacobs, Alejandro Ruiz y Oscar Leiva.
En el auto de elevación a juicio, Ercolini atribuyó a los procesados haber formado parte de ‘un complejo entramado societario‘ que se puso en marcha ‘para poner en circulación en el mercado parte de las ganancias obtenidas como consecuencia de la defraudación al Estado‘.
Según el sumario, los expresidentes Fernández y su cónyuge Néstor Kirchner (fallecido) recibieron por parte de Báez dinero ‘a través del negocio hotelero bajo cierta apariencia de legitimidad‘.
De tal manera los fondos percibidos podían ser declarados ante el fisco y la Oficina Anticorrupción (OA), ocultando su verdadero origen. De acuerdo con constancias reunidas en el sumario, de esa manera se habrían perpetrado maniobras ilícitas por unos 80.000.000 de pesos. Báez, procesado también en otras causas, fue beneficiario de contratos millonarios de obra pública.
El pase de la causa a la etapa plenaria había sido requerida por los fiscales federales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques.