Entramos en la última semana, de cara a las elecciones generales del 25 de Octubre. Una campaña en la que han sucedido una gran cantidad de hechos que, hasta ahora, no han modificado sustancialmente la distribución de los apoyos políticos que se reflejaron en las PASO. En esta última etapa de la Campaña, ante el bajo nivel de entusiasmo del electorado, los candidatos han sustituido la etapa épica de la campaña, en la que se busca generar entusiasmo, identificación y sensación de ser parte de un momento histórico, por una clara búsqueda del voto útil.

¿Qué es el voto útil?

Existen varias teorías que intentan explicar las motivaciones del voto. Una de ellas, la teoría del espiral del silencio, afirma que los electores, cuando sienten que un candidato marcha hacia el triunfo, se suben al “carro ganador” a fin de tener la satisfacción de haber votado al que ganó y, por carácter transitivo, ganar y formar parte de la mayoría. A esa teoría se opone otra que postula el efecto “underdog”, por el cuál si el votante se entera de que puede ganar un candidato al que no quiere, buscará al opositor mejor posicionado para evitar esa victoria. A esta última teoría responden las estrategias de cierre de Campaña de varios candidatos.

-Mauricio Macri afirma por diversas vías que es el único en condiciones de llegar al balotaje contra Daniel Scioli y que si el ciudadano no quiere que gane Scioli, debe votar a Macri para no perder el voto.

-Sergio Massa, en tanto, afirma que él es el único en condiciones de ganarle el balotaje al Frente para la Victoria y que, por eso, el que vote a otra opción opositora estará dilapidando su voto. Ambas campañas son idénticas, ya que refieren a un voto por el “second best choice”. Según esta teoría, el ciudadano, que por convicción se siente atraído por la propuesta de un candidato, decide votar a otro, como segunda mejor opción, porque tiene más opciones de vencer a quien marcha primero en las encuestas.

-La campaña de Margarita Stolbizer, en contrario, invita a votar por convicción y dice que ese voto convencido es “el voto ganado”.

– El mismo Daniel Scioli ha intentado sacar provecho de este nuevo eje de campaña, diciendo que el verdadero “voto útil” es el que se dirige a quienes buscan superar los problemas del país, antes que pelearse entre ellos.

Los Ejes Las campañas políticas son luchas de significados y, en estas elecciones, esa lucha estuvo centrada en la dicotomía Continuidad/Cambio durante varios meses. Hasta el debate presidencial se buscaba confrontar con Daniel Scioli, a fin de situarse como la principal opción de Cambio, con escasas referencias al resto de los candidatos opositores.

Debido al agotamiento del eje Continuidad/Cambio como estrategia para conquistar nuevos votos, en estas últimas semanas el eje de la campaña se ha corrido hacia el eje Utilidad/Convicción. Por eso, pasado el efecto del debate al que no asistió Scioli, el discurso de la campaña de Macri, Massa y Stolbizer se ha centrado en seducir a los electores opositores e intentar quitarle votos al resto de los candidatos que apuntan a ese espectro. En general, la campaña se va volviendo progresivamente más emocional, buscando un final de entusiasmo a toda orquesta. Cuando esto no se logra, el componente racional o utilitario toma el centro de la escena. Este es el caso de la campaña actual. Todas las estrategias buscan una ecuación entre racionalidad y emocionalidad (el Ying y el Yang de los apoyos políticos) a fin de constituir un soporte sólido de motivación a los electores. De este modo, entramos en la última recta de una campaña que ha estado lejos de despertar entusiasmo, al punto que los candidatos han renunciado a la Etapa Épica de la Campaña, con las apelaciones emocionales típicas de las mismas, para recurrir a una estrategia basada en la razón y la conveniencia. Quedan unos pocos días de Campaña y, luego de la breve veda electoral, se expresará la ciudadanía. ¿Habrá balotaje? En una semana lo sabremos.