"Por suerte todo salió bien". Con esa frase, el vocero presidencial Iván Pavlosky se refirió a la experiencia que le tocó vivir anoche cuando el helicóptero en el que viajaba junto a un grupo de funcionarios tuvo que aterrizar de emergencia en la alta montaña en Catamarca.
Pavlosky contó al canal TN que cada dos horas se prendía la calefacción del helicóptero y que se hizo duro pasar la noche.
Si bien las primeras versiones decían que tenía abrigo y provisiones para pasar la noche, el vocero se encargo de desmentir eso. "No teníamos agua, ni nuestra vestimenta porque nuestras valijas habían sido despachadas", explicó al arriba a Buenos Aires.
"Más allá del apuntamiento estamos bien", dijo. "La noche se hizo eterna por el frío, la incomodidad y no saber cuándo nos iban a rescatar, uno piensa en su familia y seres queridos".
Pavlosky detalló lo extremo de la situación ya que "cada dos horas comíamos un cuarto de galletita y hacíamos dos sorbo de agua, porque teníamos tres litros para todos".
"Hoy a las 10 de la mañana, los chicos de la Fuerza Aérea usaron un método pudimos y tomar unos mates", afirmó, pero al mismo tiempo describió el lugar donde tuvieron que aterrizar como "increíble" porque estaban "arriba de las nubes".
Además, expresó que en los momentos más difíciles se acordó de su familia, amigos y seres queridos, sobre todo cuando la luz se fue. A esa altura, a las 18 horas ya era de noche y el sol recién comenzó a iluminar la zona a las 8 am.