Omnipresente. La campaña por Cristina presidente inunda todos los rincones del conurbano bonaerense donde la expresidenta manda en las encuestas.

 

A sólo tres meses de la fecha de definición -el 22 de junio deben presentarse las listas de candidatos para las PASO de agosto-, el viaje de Cristina Fernández de Kirchner a Cuba para acompañar a su hija Florencia, que está bajo tratamiento médico, disparó todo tipo de especulaciones sobre su eventual candidatura y la situación judicial de su familia.

La expresidenta aparece hoy como más pendiente de las causas judiciales y de sus asuntos personales que de las urgencias electorales. En este contexto, en las últimas horas su viaje a La Habana abrió todo tipo de especulaciones entre dirigentes políticos, sindicalistas y empresarios que se preguntan si este viaje esconde otros intereses que podrían dejar fuera de carrera a quien hoy es la principal figura de la oposición.

Algunos analistas ven detrás de este viaje a Cuba una suerte de blindaje judicial: Cristina y su hijo Máximo tienen fueros por ser legisladores nacionales, pero Florencia no. Quizá el temor de ver a su hija presa cambie la evaluación de Cristina sobre una eventual candidatura presidencial que pueda plasmar su ansiado retorno. 

Que se refugie en La Habana tampoco pasó desapercibido teniendo en cuenta que Cuba no tiene tratado de extradición con Argentina en caso de que el cerco judicial que asola a Florencia Kirchner se cerrara. Otras especulaciones intentan instalar que estaría en marcha una suerte de pacto con el peronismo no kirchnerista: Cristina resigna sus pretensiones electorales, y a cambio, el peronismo le garantiza -mediante un eventual triunfo en las urnas el 27 de octubre- ‘impunidad’ en la media docena de causas judiciales por corrupción que acechan a la expresidenta y a sus hijos.

Un gobierno del palo puede torcer el rumbo de las investigaciones en la Justicia.

Ayer, el dirigente social, Gustavo Grabois, que durante la semana lanzó en nombre del
Frente Patria Grande el primer operativo clamor para pedir por la candidatura de Cristina, 
dijo que lo del video grabado por Cristina ‘fue desacertado’. El amigo del papa Francisco también consideró que las versiones sobre la baja de Cristina de una eventual candidatura ‘salen del gobierno nacional’. 

Pero fue la propia Cristina la que abrió la polémica al vincular la patología que padece su hija -una obstrucción linfática- con la “persecución” de la que, según ella denuncia, es víctima su familia por parte de la Justicia federal, que investiga actos de corrupción cometidos entre 2003 y 2015. Con esa lógica mandó a difundir la situación que atraviesa Florencia, antes de que la ventilara Comodoro Py.
El video que tanta polémica levantó en los últimos días, al que algunos etiquetaron como una victimización, fue elaborado en las oficinas del Instituto Patria, sede central del kirchnerismo. Allí, a sólo una cuadra y media del Congreso, Cristina mantiene prácticamente todas sus reuniones políticas. Ahí mismo se tomó la foto con Ramón Rioseco antes de la derrota en Neuquén que golpeó el ánimo de la senadora que veía en esa provincia patagónica la chance cierta de un triunfo que le abriera el camino hacia la Presidencia.

Hoy, los dirigentes más cercanos a la exmandataria no terminan de hacerse una idea de qué es lo que Cristina definirá sobre su futuro político. Por lo pronto, desde el kirchnerismo Daniel Scioli ya salió a la cancha envalentonado y lanzó su precandidatura presidencial. Ayer, Agustín Rossi y Felipe Solá volvieron a anotarse para competir con Scioli y los candidatos del Peronismo Federal en una gran PASO. 

 

> Custodiada como Chávez y Morales 

 

Según pudieron reconstruir los medios nacionales, la llegada de Cristina Kirchner a Cuba, el jueves por la noche, se convirtió en un asunto de Estado para el gobierno de la isla y las autoridades de La Habana. CFK está fuertemente custodiada. El objetivo de tan estricto protocolo es evitar que trascienda información sobre sus movimientos y sobre el estado de salud de su hija Florencia. Según informó la expresidenta a la Justicia argentina permanecerá en Cuba hasta el 22 de marzo próximo.

Además, según informó Clarín, la exmandataria salió del país con una custodia compuesta por un solo agente policial, que le provee el Estado argentino.

Una vez en la isla, los medios oficiales aseguraron durante las últimas horas que si bien la visita de Cristina es “privada”, se manejará con protocolos de seguridad y confidencialidad como los que tuvieron en su momento el fallecido expresidente Hugo Chávez y el boliviano Evo Morales.