El apoyo electoral que cosechó el Gobierno en las PASO del domingo calaron hondo en el movimiento obrero y, a las históricas diferencias y resquemores existentes y subyacentes, se sumaron ahora posiciones y estrategias enfrentadas respecto de la conveniencia o no de ratificar la movilización de protesta hacia la Plaza de Mayo el día 22 y de convocar a un nuevo paro general.
Hay versiones que los grandes gremios de servicios denominado ‘Los Gordos’ no participaría de la marcha lo que anticiparía la puja por la conducción de una nueva CGT.
El debate será abordado hoy en la reunión que el Consejo Directivo de la organización realizará a las 14 en la sede de Azopardo, donde se discutirá además la ‘coordinación‘ de la marcha del 22.
Juan Carlos Schmid, integrante del triunvirato, aseguró que ‘la probabilidad de que se haga la movilización es total, de un 100 por ciento‘, en tanto advirtió que los gremios que declinen concurrir estarán ‘vulnerando la decisión que tomaron en el último plenario nacional‘.
En tanto, el secretario de Comunicación de la CGT, Jorge Sola, señaló a DyN que hay ‘consenso en un importante sector‘ de la central para llevar a cabo la protesta, aunque aclaró que se trata de ‘una discusión que debe darse‘. Al respecto, Sola recordó que ‘en el último plenario de secretarios generales se decidió la movilización del 22, que debe cumplirse, y llamar después al Comité Central Confederal‘. ‘Son los pasos necesarios para ver si luego establecemos el plan de lucha, en cuyo diagnóstico todos estamos de acuerdo‘, completó.
El dirigente encargado de sembrar la duda sobre la movilización fue el jefe de UPCN, Andrés Rodríguez, quien anticipó que la CGT analizará hoy la posibilidad de suspender la protesta, aunque aclaró que esa convocatoria ‘no es un problema político‘.
El sindicalista admitió que existen ‘opiniones divergentes‘ dentro de la central luego de las PASO, por lo que explicó que se intentará ‘unificar a través de una síntesis que contenga a todos‘.
Por su parte, el jefe del Sindicato de Judiciales, Julio Piumato, planteó que ‘este escenario electoral no modifica en nada las condiciones que generaron la marcha‘. En declaraciones a radio Led, Piumato señaló que la movilización fue impulsada ante la ‘falta de respuesta‘ del Gobierno a ‘necesidades básicas‘, por lo que ‘no debe cambiar nada‘.
En la misma línea, el jefe del gremio de los Canillitas, Omar Plaini, sostuvo que ‘si se tomó un compromiso, habría que cumplirlo‘, aunque pidió también ‘escuchar al resto‘. Plaini evaluó que pese a que la administración de Mauricio Macri recibió un respaldo en las urnas, ‘hay caída de consumo y el poder adquisitivo, una situación de conflictividad importante y más pobreza‘.
Si bien consideró ‘evidente que un tercio de la población le ha dado respuesta‘ favorable al Gobierno en las PASO, la expresidenta Cristina Fernández ‘sigue siendo un actor político más que importante en la Argentina y es la cabeza de la oposición en la provincia de Buenos Aires‘.
Algunos de los jefes sindicales evalúan que las PASO dejaron mejor parado al Gobierno de lo que pronosticaban las encuestas, por lo que avanzar con la marcha de protesta del 22 sería ir a contramano del pronunciamiento de las urnas. A eso se suma el agravante de que la CGT atravesó al menos dos episodios de reprobación en actos recientes.
En julio último, el triunvirato de la CGT anunció una movilización para el martes 22 de agosto en repudio a la ‘política económica‘ de Cambiemos y como reacción al desalojo de trabajadores de la planta de Pepsico.
El enojo de Micheli
El secretario general de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, criticó ayer la postura de algunos dirigentes de la CGT que no se sumarían a la marcha del 22 de agosto al asegurar que ‘el sector de los ’gordos’ siempre está a favor de todos los gobiernos‘. ‘Hay que poner la gente en la calle’, disparó.