El precio de la soja en el mercado de Chicago se derrumbó más de U$S 40 y se posicionó por debajo de los U$S 500 por primera vez desde mediados de febrero pasado lo que interrumpirá el viento de cola que venía sosteniendo las arcas del Estado en Argentina. Con el alza que veía sosteniendo el poroto durante todo 2021 el Gobierno vería incrementar en al menos 12.000 millones de dólares extras sus ingresos por retenciones a las importaciones de soja este año.

Con el fuerte retroceso registrado ayer, suman en total ocho las ruedas consecutivas con resultados en rojo para la oleaginosa.

La caída de la soja -según los analistas- responde a cuestiones climáticas, dudas sobre la política de biocombustibles que adoptará el gobierno estadounidense y cambios en las expectativas sobre el movimiento al alza de las tasas de interés de la Reserva Federal para el mediano plazo.

De esta manera, la operatoria en la plaza bursátil de referencia a nivel mundial culminó con una caída en el precio de la oleaginosa del 8,20%, lo que significó una retracción de U$S 43,63 por tonelada respecto al miércoles hasta los U$S 488,60 la tonelada.

Esta nueva caída, que fue de una magnitud pocas veces vista en el mercado, es la octava que se produce de manera consecutiva, con una baja acumulada de casi U$S 93 o 16%.

Uno de los factores que más presionaron el precio del poroto fue el abrupto desmoronamiento del valor del aceite de soja que se desplomó U$S 121,25 por tonelada (8,86%) hasta los U$S 1.247 la tonelada. En este marco, la harina de soja, el principal producto de exportación de Argentina, también tuvo fuertes pérdidas, aunque no del calibre del poroto y el aceite, con una merma de U$S 19,51 (U$S 4,66) para concluir las operaciones a U$S 398,48 la tonelada.