Créditos. El titular ejecutivo de la CAF-Banco de Desarrollo de América latina, Luis Carranza, le ratificó a Fernández el compromiso del organismo "con los planes de desarrollo del nuevo gobierno con créditos por más de U$S 4.000 millones".

 

Que su amigo e interlocutor en temas de relevancia para la Iglesia argentina, el arzobispo de la Plata Víctor Fernández, saliera con los tapones de punta contra Alberto Fernández tras la confirmación del presidente electo de avanzar con la despenalización del aborto fue un indicio inequívoco: el Vaticano, es decir, el papa Francisco, está molesto con Alberto y para hacerle saber su frustración, el pontífice decidió postergar al diálogo afinado que tiene con el sucesor de Mauricio Macri en la Casa Rosada.

El Papa -que ve con buenos ojos el giro político en la Argentina- había abierto un canal informal con el presidente electo y facilitado que Caritas se sumara al proyecto contra el hambre. Además, tienen enfoques similares para atacar la pobreza con el Estado como principal protagonista. Pero la prioridad que quiere darle el presidente electo a la interrupción voluntaria del embarazo en Argentina, descolocó a Francisco que ahora puso en el freezer los gestos de acercamiento con Fernández.

El presidente electo tiene previsto partir a Europa el domingo 24 o el lunes 25 a más tardar. En París se reunirá con Emmanuel Macron y en Roma con Giuseppe Conte donde por ahora no hay agenda ni visita prevista con el papa Francisco en el Vaticano.

En este contexto, la visita de Alberto a la Santa sede para visitar al Papa entró en una suerte de limbo.

Las coincidencias políticas eran tan certeras entre Francisco y Fernández que se tanteó la posibilidad de un encuentro informal en Santa Marta.

No es habitual que el Vaticano reciba a futuros jefes de Estado, pero Fernández es argentino, peronista y exhibe simetrías con las propuestas de la Iglesia para combatir el hambre, la pobreza y la desocupación, tres de las principales preocupaciones del Santo Padre.

Según adelantó ayer el portal de Infobae, Francisco ya tenía decidido recibir a Fernández antes del 10 de diciembre, y esperaba una comunicación informal para ajustar los detalles del día y la hora.

En su agenda estaba la transición presidencial y la situación geopolítica en América latina, hoy muy complicada por el estallido social en Chile y la crisis política que tiene a Bolivia acorralada.

Como plantearon los enviados de Donald Trump a Fernández durante sus encuentros reservados en México, el Papa también está preocupado por eventuales estallidos sociales en toda la región.

Sin embargo, esta posibilidad de audiencia en Santa Marta quedó -en principio- suspendida por la decisión de Fernández de enviar "cuanto antes" al Congreso un proyecto de ley que despenalice el aborto.

El viernes a la mañana, Francisco leyó las declaraciones del presidente electo durante la presentación del libro Somos Belén de la abogada Ana Correa, donde ratificaba su posición a favor del aborto. Y dos días más tarde, el domingo, el Papa accedió al reportaje que Fernández concedió a un medio porteño en ese sentido.

"Si yo pudiera hablar con Alberto (Fernández) le preguntaría si vale la pena comenzar su mandato con un tema que tanto divide a los argentinos y que tanta tensión ha provocado. Pero me preocupa más otra cosa: yo le escuché decir, antes de las elecciones, que no consideraba que este tema fuera una prioridad o una urgencia, que había que analizarlo bien y con tiempo. Muchos lo votaron confiando en estas palabras".

Estos fueron los principales conceptos del arzobispo de La Plata en su cuenta de Facebook criticando el plan proaborto de Alberto Fernández que así sufre su primer traspié con la Iglesia católica.

 

"No ha convocado a nadie por los cargos"

El coordinador de los equipos técnicos de Alberto Fernández, Nicolás Trotta, advirtió ayer que el presidente electo "todavía no ha ofrecido ni convocado a nadie para un cargo", en virtud de la danza de nombres que circulan por los medios, intensificada tras la reunión que mantuvieron el domingo la vicepresidenta electa, Cristina Kirchner, con el futuro jefe del Estado, para definir quiénes integrarán el gabinete nacional a partir del 10 de diciembre. Trotta relativizó así la posibilidad de ser el nuevo ministro de Educación -tal como circuló en algunas versiones-, a pocas horas del encuentro que mantuvieron los dirigentes en el departamento de la exmandataria, en el barrio de Recoleta.