El ministro de Educación Nicolás Trotta reapareció este jueves en medio de la disputa judicial entre el Ejecutivo nacional y la administración de Horacio Rodríguez Larreta por las clases presenciales en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Defendió la decisión del presidente Alberto Fernández de cerrar las escuelas hasta el 30 de abril ante el aumento de casos de coronavirus y criticó al jefe de Gobierno porteño por la postura que tomó ante la segunda ola de la enfermedad en el país. “Gobernar no es solo poner alumbrado público y limpieza, es tomar decisiones antipáticas”, aseveró.
Después de estar varios días en el ojo de la tormenta, el ministro dio una entrevista televisiva y habló sobre la medida más polémica del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que emitió el Gobierno para frenar el aumento de los casos de coronavirus. Su palabra era de las más esperadas porque, hasta horas antes de que el Presidente anunciara la decisión, Trotta sostenía que no se iban a cerrar las escuelas, ya que la evidencia había demostrado que “no eran foco de contagios”.
“Para nosotros tiene trascendencia poder desplegar la presencialidad de las clases en el marco de la pandemia”, afirmó. Anticipó que el horizonte es “de mucha complejidad” y que la vuelta a las aulas podría darse en mayo en base a “la respuesta de las medidas adoptadas”. “Ahí es donde los factores epidemiológicos, la capacidad del sistema sanitario y la curva de contagios van a permitir adoptar las decisiones”, explicó.
Aseguró que el objetivo de su cartera es “trabajar para que las clases vuelvan en mayo”, aunque dijo que aún “no hay una decisión”. “Queremos ser responsables”, expresó. “Vamos a seguir defendiendo la agenda de cuidar la salud y garantizar el derecho a la educación en las mejores condiciones posibles”, agregó en diálogo con A24.
Consultado respecto a si consideró renunciar tras el escándalo que generó la decisión de cerrar las aulas pese a que él mismo sostuvo lo contrario horas antes, manifestó: “No me guío por rumores”. Después, defendió a Fernández: “Hago un enorme reconocimiento al trabajo que está llevando adelante en un momento de complejidad, en una Argentina que trastabillaba”. Dijo que serán recordados como “el gobierno de la pandemia” y lanzó una crítica a la gestión de Mauricio Macri: “Las respuestas que estamos dando tienen mas profundidad que las que se dieron en un país sin pandemia”.
“Desinvertir en educación es una consecuencia que estamos pagando del Gobierno de Macri, como la desarticulación del programa Conectar Igualdad”, expuso. En ese contexto, dijo que el Ministerio que dirige invirtió más de 20 mil millones de pesos en la fabricación de computadoras con ocho empresas argentinas. Se trata de 640 mil dispositivos que se distribuirán en los próximos dos meses.
Tras referirse a la gestión de Macri, cuestionó con dureza a Larreta al dar a entender que el jefe de Gobierno porteño no quiso asumir el costo político de tomar una decisión “antipática” como lo es el cierre de las escuelas. “El presidente optó por una medida drástica porque viene marcando la complejidad que estamos teniendo hace tiempo. Ser jefe de Gobierno no es solo poner alumbrado público y limpieza, tiene que gobernar, tomar decisiones antipáticas. La decisión compleja la tomó el presidente porque todo se puede ir al demonio”, lanzó.
Para el ministro, el Gobierno porteño no demostró la intención de mantener las clases presenciales porque “las prioridades están en las decisiones políticas”. “Si uno prioriza gimnasios, lugares de esparcimiento… si queremos defender la escuela, pongámosla como prioridad”, analizó. “A las palabras y conferencias hay que ponerles decisión política y eso no lo veo en el Gobierno de la Ciudad”, completó.
Además, remarcó: “Las buenas o malas decisiones de Larreta complejizan a 45 millones de argentinos y el que se hace cargo de la decisión antipática o no antipática es el presidente porque acepta la carga de la responsabilidad política en el marco de una pandemia”.