Este martes, desde las 6 de la mañana y por orden del juez federal Gustavo Lleral, un grupo de expertos forenses y fuerzas policiales del área de investigaciones regresaron al río Chubut en Cushamen para desarrollar nuevas pericias en el sector en el que fue encontrado el cuerpo de Santiago Maldonado el 1 de agosto.

 

Se estima que se mantendrán en el lugar hasta pasadas las 19 horas. Es la primera vez que la Justicia Federal vuelve al territorio ocupado del Pu Lof desde que apareció flotando en el río el cadáver del artesano. Durante todo este tiempo sus 1200 hectáreas han estado bajo el control de la comunidad Resistencia Cushamen. Pasaron 56 días.

 

El propósito del juez Lleral es determinar la profundidad del río en el perímetro, encontrar elementos u objetos de cualquier tipo que ayuden a entender qué le sucedió a Maldonado en los minutos finales y hallar en el lecho del río la mochila que tenía el tatuador consigo al momento de ahogarse.

 

Fuentes confidenciales con llegada tanto a la Justicia como a algunos miembros de Resistencia Ancestral Mapuche (RAM),  aseguraron que la Justicia quiere saber qué había en la mochila del joven. “Al principio buscaron, pero no pudieron encontrarla, por ese lado es profundo y el agua muy fría para quedarse mucho rato. Pero no sé qué pasó en este último mes”, señala una voz calificada de Esquel. Otra fuente con acceso a la investigación confirma que aquel 1 de agosto al joven le fue encomendado especialmente el contenido de la mochila, situación que habrían comentado entre los militantes en distintos momentos después de que Maldonado desapareció en el río.

 

El día del hallazgo del cuerpo, el magistrado había intentado tomar muestras del sector pero un grupo de mapuches –considerada la facción más dura de Cushamen– expulsó a los funcionarios judiciales con piedrazos, insultos y violencia corporal. Según quedó constatado, cinco efectivos fueron heridos y hubo destrozos en los vehículos.

 

De las actuales pericias en el lugar participan Carlos Somigliana y Mariella Fumagalli del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y buzos de los Bomberos Voluntarios de Trelew. El cadáver del joven apareció flotando a 75 metros río arriba de la llamada Zona Cero del Pu Lof, el 17 de octubre pasado durante un operativo ordenado por el propio juez Lleral.

 

Por otra parte, también participa la Unidad de Criminalística de la Policía Federal Argentina que se ocupará de levantar rastros y elaborar un plano del espacio. El juez ordenó que todo el procedimiento sea grabado en video y prohibió el uso de celulares.

 

Además, el magistrado rechazó el pedido de la familia de que se sumen hoy expertos de la Universidad Nacional de la Patagonia y un estudio privado de agrimensura al considerar que la capacidad de las fuerzas y científicos convocados por su tribunal cubrían las necesidades del caso.

 

El regreso del magistrado ocurre a 56 días del hallazgo del cuerpo en Cushamen. Durante todo este tiempo el predio permaneció bajo el control de la comunidad Resistencia Cushamen que está sospechada de albergar a integrantes del RAM.

 

La semana pasada la madre del Testigo E –Claudina Pilquiman-, probablemente la última persona en ver con vida a Maldonado, reconoció que su hijo observó al artesano escondido entre las ramas de los sauces en el río y no detenido por Gendarmería Nacional, tal como había declarado a la APDH de Córdoba. Pilquiman relató que ella y un grupo de al menos cuatro personas más rastrearon la orilla del caudal imaginando que Maldonado estaba todavía escondido.