El gobernador electo de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, reveló este martes su condición sexual y que está en pareja desde hace 16 años. De este modo, atribuyó a su condición sexual las denuncias por abuso presentadas tiempo atrás por tres obreros de la construcción ante la justicia de esa provincia.
“Soy gay y estoy en pareja hace 16 años, pero no pienso en casarme”, aseguró el flamante mandatario en declaraciones radiales, según consignó la agencia Télam.
El ahora intendente de Río Grande manifestó que antes de ser político fue “hermano salesiano”, que es “equivalente a cura, pero sin dar misa ni confesar”, y detalló que vive en la provincia austral desde 1996. En ese sentido, Melella precisó: “Sabíamos que por mi condición sexual, las denuncias iban a venir por ese lado. Y justo comenzaron después de que internamente dije que iba a ser candidato a gobernador”.
“Como no pudieron por corrupción, porque somos gente transparente, fueron por ahí”, insistió l dirigente kirchnerista, que el domingo le ganó la elección en primera vuelta a la gobernadora Rosana Bertone, que de todos modos tiene una denuncia por la supuesta cartelización de la obra municipal para favorecer a tres empresas de su entorno.
En relación a las denuncias por abuso sexual que investiga el juez Raúl Sahade, el gobernador electo contó que el caso fue motorizado por “un medio nacional”, y que usaron como testigo a un exempleado de maestranza del municipio, que “después se desdijo ante la Justicia y que terminó recibiendo una casa social para su hija por parte del gobierno de la provincia”. Ante esto,concluyó: "Este testigo y otros fueron denunciados por falsa denuncia”.
Causa. El funcionario fue imputado por el presunto delito de "abuso sexual coactivo" en 2018, en una causa en la que se investiga si pidió favores sexuales a trabajadores a cambio de empleo. El juez desestimó la denuncia, pero después la fiscal de Río Grande volvió a imputarlo.
La presentación contra el político respondió a un "requerimiento de instrucción penal" tras la denuncia del obrero Mario Lovera, uno de los tres denunciantes.