Elisa Carrió protagonizó este miércoles un furcio en la cámara de Diputados que, lejos aplacar la polémica por su declaración sobre las "propinas y changas", terminó avivando aún más el tema. Cuando pidió la palabra para hacer una intervención en el debate confundió la palabra changas con coimas, ante las irónicas risas de la bancada opositora.
"Cuando dije que era necesario que se mantengan las propinas y coimas, porque me parece importante", dijo sin notar de inmediato el error.
Cuando desde el kirchnerismo comenzaron a aplaudirla, la diputada de Cambiemos fue contra ellos. "Fue un lapsus, lo miré a usted y me acordé del hermano de Rossi y me vino el lapsus de las coimas", lanzó. "Me vino el lapsus, Rossi", repitió en referencia a Alejandro Rossi, diputado mandato cumplido del kirchnerismo santafesino, denunciado por la propia Carrió por irregularidades.
Acto seguido, continuó. "Los cartoneros, trabajan; las manicuras, trabajan; muchísima gente que a veces corta el pasto, trabaja. Y es necesario que las clases medias no suprimir ese tipo de gasto. Es una forma de solidaridad en momentos de crisis", sostuvo.
Después, apuntando directamente a la oposición, soltó: "El progresismo estúpido no sabe lo que son los pobres".
La polémica de las "propinas y changas" comenzó cuando Carrió le pidió a la clase media seguir dando propinas en el difícil contexto económico que se vive. También pidió que no se corten las changas.
"La primera recomendación que le hago a la clase media, media alta, dé propinas. Aunque le cueste, haga la changa. Hay tres millones de personas que vive de esa changa. Y a veces cuando nos ajustamos, vamos dejando de dar propina", señaló en TV.