El eje central del problema con las jubilaciones se centra en una disminución de la recaudación del Estado, uno de los índices que se toma en cuenta para calcular la fórmula de movilidad, además de las variaciones salariales anuales. La Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) obtiene el porcentaje final de aumento para jubilados al combinar, en iguales proporciones, tanto la evolución semestral de los salarios (Instituto Nacional de Estadísticas y Censo o la Remuneración imponible promedio de los trabajadores estables) y el crecimiento interanual de los impuestos.
Sin embargo el índice que arroje esa fórmula sólo se aplicará cuando sea inferior a la evolución anual de la recaudación de los recursos totales del sistema dividida la cantidad de beneficiarios.
Ese es el problema central de la cuestión: la disminución de la recaudación, menor a la esperada, provocó que el titular de la Anses, Emilio Basavilbaso, decida nivelar los números aplicando una quita del 0,31 en la movilidad, lo cual se tradujo en un incremento del 12,65% en lugar de 12,96%. El cálculo representa un ahorro de $3000 millones para el Gobierno.
Al tomar los valores de sólo el último semestre (julio-diciembre 2016), los cuales coincidieron con una baja considerable en la recaudación debido al complejo escenario económico, el monto final disponible para distribuir entre las jubilaciones disminuyó, según apuntan medios digitales.
El titular de la Anses atribuyó el descontento opositor a ‘una mezcla de chicanas y mala información‘, al tiempo que explicó que el nuevo cálculo iba a reducir las jubilaciones mínimas en 17 pesos.