La joven que en la medianoche del sábado pasado hirió a su amante en los genitales con una tijera de podar pudo haber planificado ese ataque.
El abogado de la joven detenida, Carlos Nayi, aseguró que ella había decidido terminar con el vínculo pero que, a pesar de eso, el hombre de 40 años fue esa noche a su casa a buscar un instrumento musical y una vez que ingresó, la violó y ella se defendió.
“Si hubo abuso, ese día no ocurrió”, le dijo una fuente de la investigación al diario cordobés La Voz del Interior.
Nada se sabe aún qué llevó a Brenda Barattini a hacerle a Sergio F. lo que repitió su abogado: “No recuerdo qué hice, sólo recuerdo que me ubiqué en el pecho, tomé con una mano y corté con la otra”. Pasó el sábado a la noche en el 6´ E del edificio de Chacabuco 580, Córdoba.
Pero según publicó el diario La Voz del Interior, la chica habría escrito en un cuaderno cómo iba a perpetrar esta supuesta venganza. “Bisturí”, “cortarle”, “cinta”, “su celular” y una frase final: “Pedir ayuda”.
Ese cuaderno de la joven de 26 años con llamativas anotaciones se habría convertido en las últimas horas en la prueba más firme de que la mutilación de los genitales del hombre con una tijera de podar se trató de una venganza premeditada.
Sergio F. se recupera en el Hospital de Urgencias tras múltiples suturas. Brenda está detenida en la Cárcel de Mujeres, en Bouwer. Hasta ayer en la mañana, ninguno de los dos había declarado.
La chica se mudó desde Chubut a Córdoba para estudiar arquitectura. Se recibió en octubre. Según dijo Nayi, “estaba de novia y pensaba casarse con otro”. Pero hace unos meses comenzó a salir con Sergio F., integrante de una banda de rock en la que también toca su hermano.
Según publica el diario cordobés, la relación habría terminado días antes del hecho, por decisión de él. Ella lo habría citado en su departamento para “una despedida”.
El abogado defensor dice que ella había roto el vínculo y que esa noche él fue al departamento a buscar un instrumento. En eso se basa la defensa para hablar de un ataque sexual: que él la golpeó, la tiró en la cama y la violó.
Por el momento se intenta aclarar si el hombre de 40 años habría estado atado o dormido cuando ella, de 26, le cortó los genitales. En las fotos de la policía se lo ve completamente vestido y sin ataduras, mientras se sostiene los testículos para frenar la hemorragia.
Las manchas en el departamento y en los pasillos muestran que el hombre caminó, por lo que se descarta que haya tenido los pies atados. El abogado querellante, Eduardo Pérez, a quien la víctima llamó mientras estaba tendido en el palier, dice que ella le había vendado los ojos con “un antifaz” y que por eso él no la vio agarrar la tijera de podar.
El hombre fue operado de urgencia y su evolución es buena, está despierto, aunque podría haber perdido su capacidad de concebir.
La fiscal de Violencia Familiar, Bettina Croppi, marcó ayer que en este caso aún sólo hay incertidumbres. No pudo decir si entre los dos había una relación amorosa, tampoco si el hombre estaba atado cuando fue agredido ni el móvil de la agresión. Sólo afirmó que no evalúa el caso como violencia de género porque no hubo denuncia de parte de Brenda y que la imputación es contra ella por lesiones gravísimas.
El hecho recordó cuando en junio de 1993 en los Estados Unidos, Lorena Bobbitt, tras varios años de maltratos y abusos, se abalanzó sobre su esposo John Bobbit y le cortó el pene mientras este dormía. Según la mujer, esa noche él la había violado. Tras el juicio, Lorena se convirtió en una referente del feminismo. En la actualidad, preside la organización Lorena”s Red Wagon, dedicada a conseguir recursos para mujeres maltratadas.