Víctor Manzanares, el contador de la familia Kirchner, reconoció ante la Justicia que fue Cristina Fernández quien le ordenó que procurara cobrar los alquileres atrasados de departamentos de Hotesur. Dijo, además, que fue “una burrada” de ambos hacerlo, a sabiendas de que la sociedad estaba intervenida.
Justamente por esa indicación que impartió a los inquilinos de que pagaran los alquileres en la cuenta de Carlos Sancho es que Manzanares quedó preso, señalado por entorpecer la acción de la Justicia.
El contador, que lleva nueve meses en la cárcel de Marcos Paz, había pedido ampliar su indagatoria ante el juez Julián Ercolini y declaró que la administración de los bienes de los Kirchner no estaba en sus manos, sino en las de Osvaldo Sanfelice y Raúl Copetti, allegado a los expresidentes Néstor y Cristina Kirchner.
Dijo además que las operaciones en el Banco de Santa Cruz las realizaban Néstor Kirchner, Máximo Kirchner o Copetti.
Mencionó además que otro de los gestores de los negocios de Néstor Kirchner era Juan Carlos Relats, primer inquilino del hotel Los Sauces, ya fallecido. Sostuvo que ese alquiler era de 90.000 dólares mensuales cuando el que pagaba Cristóbal López por los departamentos de Puerto Madero era de US$30.000.
Se definió a sí mismo como “el famoso cuatro de copas” al cual “es más fácil pegarle”. Y agregó: “Si fueran los dichos de mi abuela, [sería] el hijo de la pavota”. Sostuvo que el juez Claudio Bonadio lo metió preso a él por no encarcelar a Cristina.