La cara cruda del terror. El atentado terrorista a la AMIA en 1994 terminó brutalmente con la vida de 85 personas, dejó 300 heridos, y destruyó por completo la sede de la institución.

 

De cara al 25to aniversario del ataque a la sede de la AMIA, el mayor atentado terrorista perpetrado en Argentina, el presidente Mauricio Macri encabezará el jueves 18 de julio una conmemoración histórica ya que será la primera vez que un presidente rinda homenaje a las 85 víctimas del ataque en la Casa Rosada. También está en sus planes invitar a presidentes del Mercosur y estampar su firma a un decreto que declarará como una organización terrorista a Hezbollah, lo que podría cambiar el curso de la investigación del atentado que los tiene de protagonistas junto a Irán. Y como si esto fuera poco, para este homenaje, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, enviará al país a su secretario de Estado, Mike Ponpeo, en una nueva señal de apoyo a Macri y de repudio al terrorismo internacional. 

Pompeo llegará en la madrugada del 18 de julio y participará de la ceremonia central por el atentado que tendrá lugar en la sede de la AMIA en la calle Pasteur al 633, a las 9.53, la hora exacta en la que una camioneta Traffic cargada con explosivos voló la totalidad del edificio en 1994. Luego, el funcionario de Trump tendrá una reunión bilateral con Macri y participará del tributo que el Presidente hará a las víctimas del atentado en la Casa Rosada.

Esto revela el interés de EEUU en denunciar a Irán y Hezbollah por su participación en el ataque a la AMIA y a la Embajada de Israel, consumado el 17 de marzo de 1992.

Para enriquecer el tributo a las víctimas y el reconocimiento a la colectividad judía en Argentina, el gobierno de Macri tiene previsto invitar a los mandatarios de Brasil, Paraguay y Uruguay que estarán participando -hasta el día anterior- en la Cumbre del Mercosur que sesionará en la ciudad de Santa Fe.

Si no tienen problemas de agenda, Jair Bolsonaro, Mario Abdo Benítez y Tabaré Vázquez aceptarán la invitación presidencial y se sumarán al tributo oficial. Los tres mandatarios repudian al terrorismo internacional, que en la región se hace fuerte con las células de Hezbollah que operan en la Triple Frontera.

En 2016, en el primer aniversario del atentado como Presidente, Macri participó del homenaje en la calle Pasteur y se diferenció así de la ausencia recurrente de Néstor y Cristina Kirchner durante sus gobiernos.

Kirchner nombró al fiscal federal Alberto Nisman para investigar el ataque terrorista, y Cristina Fernández de Kirchner promovió un memorando con Irán para archivar las acusaciones contra funcionarios y exfuncionarios claves del régimen fundamentalista.

En este contexto, CFK nunca más regresó a los actos oficiales de la AMIA y, en cambio, lanzó una campaña mediática destinada a asegurar que Nisman se había suicidado tras acusarla de traición a la patria y encubrimiento por haber firmado el Memo con Irán.

Con el correr de los años, en donde Macri llegó a la Casa Rosada y Cristina Kirchner se refugió en el Senado, la justicia federal declaró nulo el Memo con Irán y, a su vez, promovió la acusación penal contra la expresidente, que actualmente se encuentra procesada por la denuncia que Nisman presentó antes de caer asesinado en el baño de su departamento.

A 25 años del ataque terrorista a la AMIA, no hay un solo detenido por su responsabilidad material o ideológica. Y es poco probable que se puede hacer justicia: los principales acusados viven en Irán, y el régimen de los Ayatolás ha demostrado poco interés en colaborar con la justicia federal de la Argentina.

La comunidad judía en Argentina supera las 300 mil personas.

Madura el decreto contra Hezbollah

El Gobierno confirmó ayer que prepara un decreto para incluir en el registro de entidades terroristas a las organizaciones "con presunciones concretas" de haber realizado "atentados" en la Argentina, como el caso de Hezbollah. Este plan implica la creación de un Registro Nacional de Personas y Organizaciones Sospechosas de Terrorismo (Renapost), que permitirá ampliar el marco de investigación de agrupaciones que hoy no pueden ser perseguidas por impedimentos legales. El Gobierno sólo se limitó en los últimos años a investigar agrupaciones terroristas encuadradas en la lista que ofrece Naciones Unidas y que no incluye a Hezbollah, uno de los grupos acusados judicialmente de participar en los atentados a la embajada de Israel en 1992 y en el ataque a la AMIA en 1994. El registro ampliará la acción de persecución y encuadre de grupos terroristas ya que no sólo estarán comprendidos bajo el esquema de lavado de activos para su eventual detención.