El arzobispo Agustín Radrizzani apeló ayer a frases de Jorge Bergoglio, actual papa Francisco, para advertir delante de la presidenta Cristina Fernández que la Argentina ‘tiene demasiados pobres y excluidos‘ y reclamó también ‘voluntad política’ para un ‘efectivo control social’ de los emprendimientos mineros a cielo abierto.
En su homilía durante el Tedeum del 25 de mayo, Radrizzani expresó la alegría de contar con el Papa Francisco, ‘un hijo de nuestra patria y nuestra iglesia‘ y centró su mensaje en tres realidades destacadas por Francisco de Asís, el santo por el cual Bergoglio tomó su nombre como pontífice: ‘el amor a la pobreza evangélica, la paz y la creación‘.
Sobre este último punto, Radrizzani, con palabras del Papa, llamó al necesario cuidado de la creación y citó la declaración de los obispos patagónicos de febrero de 2012 sobre la minería a cielo abierto, en la que piden que se garantice ‘que los pueblos y zonas cercanas a los emprendimientos mineros puedan mantener su forma de vida, sus trabajos, sus costumbres productivas, su agua, sus cerros, sus bosques‘. ‘Por esto sueño con una nación donde se multipliquen las fuentes de trabajo aquí y en el interior de nuestra Patria, pero nunca el afán de ganancias debe ir en desmedro de lo que Dios nos dio en esta maravillosa tierra argentina‘, opinó Radrizzani.
El hoy arzobispo de Mercedez-Luján nació en Buenos Aires, lejos de la minería, pero su paso por Neuquén -1991-2001- como sucesor del emblemático, Jaime de Nevares, dejó huellas en este salesiano de 65 años. Con la muerte de Nevares en 1995 se convirtió en el obispo de referencia para la Iglesia patagónica. De ahí su conocimiento sobre el documento crítico de curas patagónicos sobre la minería a cielo abierto.
En ese documento, los prelados advirtieron que compañías ‘multinacionales’ están actuando ‘con frecuencia’ de una forma que ‘no se les permite en países desarrollados’. Asimismo, evaluaron que ‘generalmente al cesar sus actividades, dejan grandes pasivos humanos y ambientales, como la desocupación, pueblos sin vida, deforestación, empobrecimiento de la agricultura y ganadería local, cráteres, cerros triturados, ríos contaminados y algunas pocas obras sociales que ya no se pueden sostener’.
En otro orden, Radrizzani dijo que ‘la Argentina de hoy tiene demasiados pobres y excluidos, los cuente quien los cuente. No se trata sólo de un problema económico o estadístico. Es primariamente un problema moral que nos afecta en nuestra dignidad más esencial‘, aseveró citando un discurso de Bergoglio.
Radrizzani insistió en citar al actual Papa para afirmar que ‘no se puede admitir que se consolide una sociedad dual‘. ‘Más allá de los esfuerzos que se realizan, debemos reconocer que somos una sociedad injusta e insolidaria que ha permitido, o al menos consentido, que un pueblo otrora con altos índices de equidad sea hoy uno de los más desiguales e injustos de la región‘, criticó.
El arzobispo también refirió al último mensaje cuaresmal de Bergoglio, en el que días antes de ser elegido Papa, exhortaba a combatir la droga, la corrupción y la trata de personas, y criticaba ‘la incapacidad‘ de la sociedad para ‘poder transformar esta lista innumerable de realidades destructoras‘.
En otro momento, Radrizzani utilizó la frase ‘yo tengo un sueño‘ del discurso que el líder de los derechos humanos Martin Luther King pronunció en 1963, para expresar, a título personal, como sueña ‘a esta tierra bendita que habitamos‘. ‘Sueño con una patria más equilibrada socialmente, donde quien tiene comparta y no solo acumule y quien no tiene pueda ser aliviado en su necesidad dignamente, pudiendo encontrar un trabajo, una educación que lo saque del aislamiento y una inclusión social que lo haga protagonista y no sólo receptor de ayudas‘, precisó. (DyN), internet.

