Buenos Aires, 29 de junio.- Santiago López Menéndez, de 28 años, se encuentra sano y salvo. Fue liberado el viernes pasado, después de haber estado varios días secuestrado en Nigeria. Según contó a su familia, los captores pensaban que era norteamericano. Él intentó explicarles que era argentino, pero ellos no lo entendían. Todo cambió cuando dijo: “Messi”.

La familia de Santiago contó que, desesperado por imposibilidad de comunicarse, empezó a gritar "Messi, Messi, Messi". Después de unos minutos de confusión, los secuestradores disminuyeron notablemente el nivel de violencia con el que lo trataban.

Una vez en la embajada, el joven se comunicó con su hermano Jorge, que chatea asiduamente con periodistas, y le pidió: "Deciles que le agradezcan a Messi, que nombrarlo fue lo que me salvó".

"Caminó más de 150 kilómetros y sin comida. Tomó agua de charcos, está muy flaco. Estuvieron todo el tiempo caminando, dormían de a ratos en el medio del campo", relató el hermano, quien también es ingeniero y vive en África.

Jorge detalló que "también le pegaron y lo amenazaban todo el tiempo, lo apuntaban con las armas y disparaban al aire".

Santiago estuvo secuestrado desde el pasado miércoles en el estado de Níger, en el centro de Nigeria. Lo capturaron mientras trabajaba en un campo. Fue liberado tras el pago de un rescate realizado por la compañía que lo contrata. Se desconoce la cifra pagada.