Con un ritmo endemoniado se movió el dólar ayer y alcanzó la suba más alta del año con un 9%, es decir, casi dos pesos sobre la cotización del miércoles, superó los 23 pesos y obligó al Banco Central -que vendió U$S451 millones- a elevar otros 300 puntos la tasa de interés que saltó a 33,25%.
En el Banco Nación la cotización de cierre de la divisa fue incluso mayor al promedio del mercado, en 23,30 pesos para la venta, con un aumento de 1,90 pesos respecto a la víspera.
De esta forma, el valor del dólar registró un incremento de 31% a partir del 15 de diciembre pasado -cuando la divisa inició la senda ascendente- hasta la fecha.
Ayer el Banco Central intervino con la venta de 451 millones de dólares antes del mediodía, cuando la divisa a nivel mayorista se disparó de 21,20 pesos en la apertura a 22,20 y, alrededor de las 11:50 comunicó su decisión de incrementar la tasa de Política Monetaria en 300 puntos básicos, llevando el costo del dinero de 30,25% a 33,25%.
Desde el 5 de marzo la autoridad monetaria acumuló ventas por unos U$S7.700 millones, un 13% de las reservas con las que contaba la entidad al iniciar la intervención, casi U$S62.000 millones.
Con este repunte, el dólar sube un 23% en 2018 y acumula un alza de 47% en los últimos 12 meses
La extendida demanda de dólares en el mercado mayorista, que es el que marca el pulso de la evolución de la divisa en todas las franjas del circuito financiero, se explica principalmente por la iniciativa de inversores que venden sus tenencias en Lebac en el mercado secundario para comprar dólares y, en muchos casos, retirarlos de la plaza local para invertirlos en el exterior. Además, la demanda de bancos se vio incentivada en las últimas horas por la necesidad de abastecer a los clientes minoristas que compran dólares con parte de sus salarios, liquidados en la primera semana del mes.
Al mismo tiempo, la tasa de rendimiento de las Lebac, para el plazo más corto, dio un importante salto en el mercado secundario al llegar al 40%, un movimiento convalidado por el Banco Central en un nuevo intento para poner un límite al descontrol del mercado de cambios.
Además, el ente monetario convalidó también en el mercado secundario un incremento en 500 puntos básicos, hasta 38,25%, en la tasa de rendimiento de las Leliq, un instrumento que se emite para que lo adquieran solamente los bancos y que sirve, al igual que las Lebac, para absorber liquidez, en este caso en el mercado interbancario.
En el comunicado del BCRA en el que anunció el aumento de la tasa de interés, la entidad monetaria dijo que adoptó esta medida extraordinaria "ante la dinámica adquirida por el mercado cambiario, y en un contexto de alta volatilidad internacional".
La entidad presidida por Federico Sturzenegger añadió que "tomó esta decisión con el objetivo de garantizar el proceso de desinflación" y que está lista "para actuar nuevamente si resultara necesario", con lo que dejó abierta la puerta a una potencial nueva suba de tasas en el caso de creerlo conveniente.
En este último tramo, los operadores y analistas quedaron sorprendidos ante la postura del Banco Central, que no volvió a vender dólares para impedir una mayor depreciación del peso.
Especialistas consultados por Télam argumentaron que lo que pasó ayer responde a "una política deliberada de dejar subir el dólar y esperar un tiempo indeterminado, aunque no muy largo, para volver a intervenir y hacer bajar la divisa, castigando a quienes están comprando en este momento". Otros analistas, por el contrario, advirtieron que "la falta de una continuidad en la intervención está indicando que el Central no sabe cómo actuar para poner fin a esta estampida".
Temor en alza
La proyección de inflación para este año subió en abril hasta el 22%, con un incremento de 1,7 puntos porcentual respecto a marzo pasado, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central en base a las previsiones de consultoras y centros de investigación locales.
El análisis del sector financiero
En el sector bancario, ante la consulta de Télam, dijeron que no se observan "motivos de fondo que expliquen esta fuerte turbulencia con el dólar, lo que hace que al no haber un diagnóstico claro tampoco se encuentra una terapia adecuada como puede apreciarse en la actuación del Banco Central".
La fuente del sector bancario, que pidió no ser citada, cree que "en cualquier caso, las consecuencias de esta situación se harán sentir negativamente en el sistema bancario y en la economía general, tanto a nivel de la evolución del crédito como de los depósitos en pesos a plazo fijo". En este sentido, afirmó que "hoy es un día clave, un punto de inflexión, ya que el Central intervino con todos sus instrumentos y a pesar de esto el dólar siguió trepando. Es de esperar que este "overshooting" sea corregido por el propio mercado". También se refirió a las dificultades que la depreciación del peso ocasionará a los tomadores de créditos hipotecarios, ya que al estar los precios de las viviendas denominados en dólares, el plazo que existe entre la solicitud y la concesión del préstamos hace que el valor de las viviendas suba y mucho.
Por su parte, el director de Portfolio Personal, Pablo Castagna, dijo que "estamos viendo una dolarización de las carteras, especialmente las minoristas de ahorro, que lógicamente prefieren Letes y bonos cortos". Para Ramiro Marra, de Bullmarketbrokers, "las consecuencias de este aumento del dólar se van a trasladar a la inflación y el problema puede agravarse".