Dentro de dos meses, en plena temporada de invierno, el Tren a las Nubes -el único de altura en el país y el tercero más alto del mundo- cumple su 50 aniversario.

El 16 julio de "1972 empezó a surcar las montañas y serpentear los Andes y la Puna" en la provincia de Salta, describió el presidente de la Sociedad del Estado a cargo de la formación, Sebastián Vidal.

En declaraciones a medios oficiales, Vidal destacó que "el Tren a las Nubes es un producto turístico muy importante para la provincia de Salta y para el país, galardonado con la Marca País en diciembre de 2021, y que este año viene batiendo récords de pasajeros".

A 4.220 metros sobre el nivel del mar, el Tren a las Nubes funciona sobre el ramal C-14 del Ferrocarril General Manuel Belgrano. Une la localidad de San Antonio de los Cobres con el viaducto La Polvorilla. Y atraviesa montañas de la Cordillera de los Andes.

El tren tiene una capacidad para 468 pasajeros y va a una velocidad promedio de 35 kilómetros por hora. Se parte en ómnibus desde la ciudad de Salta y, sobre la ruta 51, se recorren las localidades de Campo Quijano, Gobernador Solá, El Alfarcito y continúa por la Quebrada de las cuevas hasta llegar a San Antonio de los Cobres, donde los pasajeros embarcan en el tren.

Las vías del Tren a las nubes son toda una obra de ingeniería. El proyecto fue desarrollado por el ingeniero Josep Heinrich Theodor Rauch y llevado adelante por el también ingeniero Richard Maury. La obra empezó en marzo de 1921 y trabajaron mil trescientas personas ente operarios y empleados. La construcción demandó unos 27 años y se crearon 42 estaciones, 13 viaductos, 32 puentes de acero y 21 túneles. El 20 de febrero de 1948 se inauguró el Trasandino del Norte y dos días después salía el primer servicio regular.

La construcción fue toda una hazaña. En primer lugar, fue necesario llevar los rieles hasta el lugar, que pesaban alrededor de 40 kilos por metro y durmientes de quebracho colorado. Además, las bajas temperaturas provocaron la muerte y desaparición de muchos obreros.

En 1929 la obra llegó hasta San Antonio de los Cobres y se frenó hasta 1936, momento en que se reanudó. En los primeros años de la década de 1940 se continuó con la extensión de las vías hasta que finalmente el ferrocarril quedó inaugurado en 1948. Así, el Trasandino del Norte empezó a brindar servicios de carga y de pasajeros. Esto tuvo efectos urbanizadores que se tradujeron en un crecimiento demográfico y un aumento de la actividad comercial. De esta forma, la ciudad de San Antonio de los Cobres se convirtió en el principal centro urbano de la región.

En la década de 1970 el tren se convirtió en un emprendimiento turístico y hasta 1990 se mantuvo en manos del Estado. En 2014 el entonces gobernador Juan Manuel Urtubey decidió crear el Servicio Ferroviario Turístico Tren a las Nubes Sociedad del Estado (SFTSE). Previo al arribo a San Antonio de los Cobres, se hacen algunas paradas estratégicas para conocer "lugares importantes muy bonitos, con un desayuno incluido en la tarifa de la excursión", explicó Vidal. El viaje tiene una duración de tres horas de ida y vuelta, y uno de los puntos mágicos e inolvidables es cuando "se llega al Viaducto de La Polvorilla (4.220 metros de altura), en plena Puna salteña", aseguró Vidal.

 

Lo que ofrece. Varios servicios ofrece el Tren a las Nubes para el turismo. Cuenta con equipos de audio y video.

 

  • Los servicios y las tarifas para turistas

El apodo Tren a las Nubes nació a partir de una película realizada por dos estudiantes de la Universidad Nacional de Tucumán durante los primeros años de la década del 60, que hicieron el tramo Salta-Socompa a bordo del tren de pasajeros, que en esos tiempos corría traccionado por máquinas a vapor.

El tren como emprendimiento ferroturístico nació por iniciativa de las autoridades del Ferrocarril General Belgrano, quienes en noviembre de 1971 resolvieron hacer correr un tren experimental con funcionarios y periodistas.

El 16 de julio de 1972 se realizó el primer viaje turístico de carácter oficial. La afluencia de pasajeros era al principio escasa, ya que las agencias de Salta preferían vender a los turistas sus propios programas.

Recién cuando en 1978 el periodista argentino Federico Kirbus publicó en la revista del Automóvil Club Argentino una nota titulada "A las Nubes en un Tren", comenzó el interés del público por esta novedosa atracción turística.

El tren cuenta con servicios tales como coche comedor, consultorio médico, así como seguridad privada y una ambulancia que acompañan al tren.

El valor del viaje en el Tren a las Nubes varía entre 6.700 y 10.500 pesos.