El 72% de los alumnos termina la secundaria sin saber lo suficiente en matemática. Casi un 40% de los chicos tiene dificultades en lengua. Esos son los resultados de aprendizajes pre-pandemia, los de 2019. La suspensión de las clases presenciales durante casi todo 2020 y ahora durante parte de 2021, se da por descontado, generará un déficit profundo en los aprendizajes. Lo que no se sabrá este año es cuántos y qué contenidos son los que quedaron pendientes. El Gobierno decidió suspender las pruebas Aprender.
Se trata de pruebas censales que miden los aprendizajes de todos los alumnos en sexto grado de primaria y en el último año de la secundaria. Los chicos responden sobre lengua, matemática, ciencias sociales, naturales y, esporádicamente, sobre otras materias como educación sexual integral o educación cívica.
El año pasado, a raíz de la suspensión de la presencialidad en las aulas, el Ministerio de Educación no tomó la evaluación. En 2021 tampoco lo hará y el sistema se quedará sin una herramienta clave para conocer qué tan grande fue y en qué áreas ocurrió la pérdida de aprendizajes para definir políticas educativas en consonancia.
Según supo Infobae, las autoridades de la cartera nacional se lo anunciaron ayer por la tarde a sus pares provinciales en una reunión virtual que mantuvieron todos los equipos de evaluación del país. En lugar de la evaluación estandarizada, aplicarían una prueba piloto a tan solo 120 escuelas primarias en octubre, además de encuestas a directivos, docentes y alumnos.
El año pasado, en lugar de Aprender, el Gobierno evaluó en junio la respuesta del sistema educativo en la emergencia por el COVID-19. Lo hizo también a través de encuestas a directivos y familias. Allí se evidenció una profunda brecha entre escuelas públicas y privadas. Se demostró que la estrategia de continuidad más recurrente era, por mucho, el contacto por WhatsApp y también reveló que poco más de un millón de chicos se habían desvinculado de la escuela.
En esa evaluación no se midieron aprendizajes. Tras la publicación de los resultados magros de Aprender 2019 en octubre, el ministro de Educación Nicolás Trotta se comprometió a tomar la prueba en 2021 para dimensionar el impacto de la pandemia. Dijo que lo haría tanto en primaria como en secundaria, cuando en general el operativo se realiza en forma alternada.
Ante la consulta de este medio, fuentes de la cartera explicaron: “Se está desarrollando un Plan Nacional de Evaluación 2021-2022 que incluye una variedad de enfoques, estrategias, componentes e instrumentos que nos permitan abordar distintos aspectos de la educación escolar que son objeto de evaluación, especialmente en el contexto excepcional de la pandemia. Este plan prevé, por supuesto, la aplicación de evaluaciones estandarizadas pero también toma otras que son más eficientes para captar la complejidad de los proceso que nos proponemos evaluar”.
El plan, según consignaron, está en elaboración y será presentado en las próximas semanas al Consejo de Calidad Educativa, integrado por expertos, y al Consejo Federal de Educación, compuesto por todos los ministros del país.
Si bien está en discusión, la prueba censal de Aprender se tomaría recién en abril de 2022, cuando haya más presencialidad en las escuelas. El cronograma tentativo que presentó Nación en la reunión de ayer quedó del siguiente modo:
Para primaria (6° grado – Lengua y Matemática):
-Aplicar una prueba piloto en 120 escuelas primarias en octubre de 2021.
-Aplicar la prueba definitiva censal en abril de 2022.
-Publicación del informe en septiembre de 2022.
Para secundaria (5°/6° año – Lengua y Matemática, a definir Ciencias Sociales y Ciencias Naturales):
-Aplicar una prueba piloto en una muestra de escuelas en mayo de 2022.
-Aplicar la prueba definitiva censal en octubre de 2022.
-Publicación del informe en 2023 (sin mes específico).
CABA aplicará sus propias evaluaciones
Algunas horas después de la reunión, la Ciudad de Buenos se desmarcó del cambio de rumbo de Nación. La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, cuestionó la nueva postergación de Aprender.
“Las evaluaciones contribuyen a procesos de mejora educativa continua, promueven la reflexión sobre la tarea de enseñar y ayudan a alcanzar las metas planteadas. Por eso, este año es clave contar con información para saber dónde estamos y tomar decisiones basadas en evidencia”, señaló y agregó: “A nivel nacional, las evaluaciones Aprender aportan información valiosa sobre la educación en nuestro país y hoy, más que nunca, discontinuarlas sería un error”.
En la misma línea, Acuña adelantó que la Ciudad sostendrá las dos evaluaciones locales que toma anualmente: FEPBA, que pregunta sobre prácticas del lenguaje y matemática en séptimo grado, y TESBA, que toma las mismas materias en tercer año de secundaria. A su vez, este bimestre implementarán lo que denominan Pausas Evaluativas en tercer y sexto grado, tanto en matemática como en inglés antes de las vacaciones de invierno y en lengua tras el receso.