Gasto a medida. Macri pidió a su auditorio "trazar una línea de austeridad" desde el Estado: "Muchos de los que estamos hoy acá somos unos privilegiados. En el camino del gradualismo hay quienes no pueden esperar", sentenció.

 

El presidente Mauricio Macri presentó ayer un ambicioso plan de reformas, con eje en lo fiscal, la baja de la inflación y la reducción de impuestos para crear empleo y disminuir la pobreza, iniciativas en las que, según advirtió, "cada uno" deberá "ceder un poco, perderle el miedo al cambio" y despojarse de "etiquetas y prejuicios".

En un Centro Cultural Kirchner colmado de funcionarios, gobernadores, legisladores, jueces y sindicalistas (sólo faltaron los kirchneristas), el Presidente lanzó una convocatoria para obtener "consensos básicos" a todos los sectores políticos, sociales y económicos, a fin de encarar los problemas más urgentes del país.

El Presidente calificó de "inadmisible que en un país con las condiciones estructurales" que tiene Argentina "haya tantas personas en la pobreza" y consideró que "la única manera de cerrar las heridas del pasado es diciéndonos la verdad, rechazando todo tipo de violencia, buscando siempre el diálogo y fundamentalmente la paz".

Macri enumeró la baja de la inflación, del gasto público y de impuestos, la creación de empleo y reformas tributarias, del sistema previsional y laboral, y remarcó la necesidad de "avanzar en reformas donde cada uno ceda un poco" pero "empezando -dijo- por los que tienen poder".

Además, adelantó que presentará el miércoles ante el Congreso un proyecto de reforma del sistema tributario y que también se abrirá una mesa de discusión para reestructurar el sistema previsional, que seguirá siendo "universal, público, solidario y de reparto", a fin de eliminar las jubilaciones de privilegio.

Con un discurso cuidado, llano y frontal, el más largo desde que asumió la Presidencia en 2015 (43 minutos),

Macri enumeró lo que para su gobierno son las cuestiones primordiales a encarar en los próximos años pero no adelantó detalles específicos de las reformas, aunque sí confirmó dos cosas: que hoy el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, presentará la reforma tributaria, proyecto que ingresará este miércoles al Congreso, y al mismo tiempo harán su presentación los ministros Francisco Cabrera, de Producción, y Andrés Ibarra; y que la reforma jubilatoria impulsará que los aumentos de los haberes de los jubilados se ajusten por inflación.

Actualmente, dichos aumentos se ajustan dos veces por año -marzo y septiembre- de acuerdo al Indice de Movilidad Jubilatoria. Este índice surge de combinar la recaudación mensual de la Anses con el índice salarial y es el mismo que rige para calcular el aumento que se aplica a las asignaciones familiares, a la Asignación Universal por Hijo y otros planes sociales.

De aprobarse esta iniciativa, que se someterá a debate de la Comisión creada para llevar adelante la reforma, el Estado nacional se ahorraría unos 100.000 millones de pesos anuales.

Macri no consignó que esté en agenda un aumento de la edad jubilatoria aunque sí impulsará la eliminación de las jubilaciones de privilegio que permite que en algunas ramas de la economía formal los trabajadores se jubilen más jóvenes.

El mandatario cuestionó las jubilaciones de privilegio, al señalar que "no puede ser que unos pocos se jubilen a los 40 o 45 años, mientras la mayoría lo haga a los 65". "Tenemos que empezar una discusión adulta y honesta sobre nuestro sistema de jubilaciones. Sabemos que nuestro sistema previsional no es sustentable y esconde irregularidades", expresó. También aclaró que "el sistema seguirá siendo público, universal y de reparto" y que mientras se logre el proyecto consensuado y su posterior aprobación del Parlamento, el Gobierno impulsará "una propuesta de transición". Sobre los regímenes especiales, Macri sostuvo que "no debería haber" retiros que permitan que un grupo reducido de personas se jubile "a los 40 o 45 años, mientras que la mayoría lo haga a los 65 años". "¿Por qué?" se preguntó.

"Tenemos que avanzar en reformas donde cada uno ceda un poco, empezando por los que tienen poder. Y no sólo hablo de la política", enfatizó el jefe de Estado.

"Si no hay consensos básicos sobre el rumbo para el desarrollo de nuestro país, no habrá sustentabilidad pública ni inversiones, ni productividad, ni seguridad jurídica o competencia empresaria", completó.

La convocatoria al diálogo tiene su razón de ser en el triunfo electoral del oficialismo en las legislativas y así lo dejó en claro Macri: "Hace poco más de una semana los argentinos dimos un enorme paso, confirmamos nuestra decisión de cambiar y decidimos profundizar la transformación que nació en el corazón de los argentinos".

 

Gravámenes que contiene la reforma

 

La reforma tributaria modificaría el Impuesto a las Ganancias sobre los intereses de los plazos fijos, y de los títulos públicos como también los que devenguen las Lebac.

Otro de los puntos será la deducción del Impuesto al Cheque del pago del Impuesto a las Ganancias. Finalmente, se aumentarán los impuestos internos sobre cigarrillos, bebidas alcohólicas y gaseosas.

En el caso de gaseosas, el gravamen pasaría del 8% a 20%

La cerveza paga un 8,7% de impuestos internos. Con la reforma, ese tributo subiría a 20%. De esta forma, será equiparada con otras bebidas alcohólicas, como vino y espumantes.

Los impuestos "Internos" a espirituosas promediarían el 30%. No estarán todas al mismo nivel y dependerá de la graduación alcohólica. Las que menos alcohol poseen podrían tener un tributo del 25%, mientras que las de mayor graduación irían hacia un impuesto del 40%.

Según consignó la agencia Bloomberg, los puntos que contempla una eventual tributación de las inversiones financieras serían:

* Alícuota del 15% sobre la rentabilidad obtenida con bonos corporativos y soberanos en dólares;

* Alícuota del 5% sobre la rentabilidad percibida con bonos, letras y algunos plazos fijos en pesos;

* Mantener las exenciones para la compraventa de acciones locales, incluyendo fondos comunes de inversión con acciones como subyacente principal;

* Todavía no se conoce el mínimo a partir del cual se aplicarán las alícuotas mencionadas;

* El impuesto a las ganancias corporativas se reducirá en los próximos cinco años de 35% a 25% para las empresas que reinvierten las utilidades.

 

El equilibrio fiscal no se negocia

 

Tras remarcar que la inflación "castiga a la mayoría" y "arruina el ahorro", Macri instó a los presentes a un acuerdo para que "nunca más volvamos a tener inflación", en una política que esté acompañada de "una moneda estable y más crédito". En ese marco, convocó a los gobernadores a comprometerse en al "equilibrio fiscal en todos los niveles de gobierno, acordar un camino entre la Nación y las provincias para acercarnos lo más posible al superávit de las cuentas públicas". "Esto no es negociable. No es nuestro dinero el que nos toca administrar, es el dinero de todos lo argentinos y debemos administrarlo con la mayor responsabilidad posible. Una parte central de la reforma será la definición de una nueva relación fiscal entre el Gobierno nacional y las provincias", sentenció. "No podemos gastar más de lo que recaudamos", sentenció el mandatario, quien llamó a establecer "una nueva relación fiscal entre el gobierno y las provincias".

 

Quórum. Macri logró convocar a la mayoría de los gobernadores oficialistas y opositores, empresarios, gremios oficiales, cultos, universidades

Por su parte, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, estimó que en un máximo de un año pueden formalizarse los 4,5 millones de trabajadores que en la actualidad tienen empleos en negro a partir de que el Congreso apruebe la eventual reforma laboral. "La formalización laboral va a depender de la negociación que surja a partir de la sanción de la ley en el Congreso. Nosotros creemos que no tienen que ser plazos ni tan extensos ni tan acotados que no les permita poder desarrollarse. Me imagino que en el plazo de un año o menos debería hacerse todo el proceso de normalización", indicó Triaca. El funcionario aseguró que el gobierno tiene claro la necesidad de "avanzar en una agenda que genere dinamismo al ámbito de trabajo", y remarcó que "hay casi 4,5 millones de argentinos que están en la informalidad y 1,5 millones que están desocupados".